¿Con cuál de estas hermandades de la provincia te sientes más identificado devocionalmente?

Huércal-Overa. Le avalan 358 años de historia. En el Viernes Santo, su cortejo procesional está plagado de elegancia y señorío, destacando su majestuoso paso del Cristo Yacente tallado por Bejarano. Foto: José Reyes y Juan Carlos Mena.

Huércal-Overa. El Paso Morado posee un rico tesoro en imaginería y ornamentación de terciopelos, manteniendo un signo de esplendor enmarcado como el resto de los pasos con sones marciales y procesionales en la pasión a Cristo. Foto: Mellany P.Oller.

Cuevas del Almanzora. La Judea es un paso viviente, vestigio de los antiguos Autos Sacramentales que se mantienen hasta nuestros días en las tradicionales calles de Cuevas. Se representa el camino de la crucifixión de Jesús portando una cruz de madera a la espalda y acompañado de 7 u 8 personas. Foto: Indalecio Modesto.

Huércal-Overa. Su día es reluciente, el Jueves Santo es el centro de la pasión en las calles huercalenses, que se concita a la hora de la recogida de banderas y al andar del cortejo. Es suntuoso ver el cortejo con ese esplendor en las calles. Foto: Ginés Ruiz Asensio.

Vera. Cada uno de los amaneceres del Viernes Santo se realiza el Pregón del Judío, este emotivo acto es el centro de la pasión veratense. Se llama así porque se representa con un soldado romano al que popularmente se le llama 'el judío'. Foto: Antonio Ramírez Carmona.

Vélez Rubio. Datada del año 1884 es la tradición secular de los velezanos a la Virgen de los Dolores. En sus orígenes se dedicó como todas las de su época a tareas de auxilio religioso entre sus miembros y a la organización que le inspiró el carácter actual y el esplendor de sus desfiles procesionales. Foto: Juan Soriano.

Vélez-Rubio. Fundada en 1950, es la hermandad más joven de la Semana Santa velezana, pero ha conseguido un gran arraigo devocional por su forma de procesionar en su imaginería con el Santísimo Cristo del Perdón de Rabasa o la Santísima Virgen de la Esperanza de Carrión Valverde, todas acompañadas de la Agrupación Musical del Santísimo Cristo del Perdón en sus procesiones. Foto: Laura Martos.

Almería. Esta hermandad juvenil se caracteriza por un riguroso silencio y orden que prevalecen con si fuese un cortejo pasional castellano. Por su sobriedad y tenebrismo, se acercan a contemplar la figura de Palma Burgos únicamente iluminada con cuatro pebeteros en el rigor penitencial de sus componentes. Foto: José Antonio Gallardo.

Vélez Rubio. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, es la devoción de un pueblo a su emotivo y tradicional Nuestro Padre Jesús 'El Nazareno'. Goza de ferviente culto y adoración de los velezanos, quienes solían sacarlo en procesión de rogativa en las épocas de pertinaz sequía para implorar el beneficio de la lluvia. Foto: Juan Soriano.

Almería. Con este vulgo se le conoce a esta corporación del Miércoles Santo que no dejó de procesionar desde 1944, siendo la cantera de muchos jóvenes que en el resurgir de la Semana Santa salieron de esta corporación. Foto: Antonio Navarro del Pino.

Vélez- Rubio. El Señor de la Caja es una autentica joya de imaginería procesional de esta hermandad entre finales del siglo XVII y del XVIII. De talla natural, sorprende por su realismo y excelente estudio anatómico. Se trata de una imagen con una enorme devoción en el marquesado de Los Vélez. Foto: Juan Soriano.

Almería. Es otra hermandad con bastante antigüedad, que ha mantenido desde sus inicios ese sabor a la historia de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Protagoniza el encuentro en la calle de la Amargura siendo testigo del mismo la Santa Mujer Verónica, un momento donde se reúnen miles y miles de personas. Foto: Isabel de los Ríos Sánchez.

Berja. Es el punto de inflexión de un pueblo a su madre, la Virgen de Gádor, y cuyos rezos y plegarias les entroniza a Ntro. Padre Jesús. Destaca en su estación de penitencia la plasticidad en las calles del casco antiguo de la ciudad y la difícil salida de sus imágenes titulares de la sede canónica, dado que sus cuadrillas de costaleros han de salir de rodillas. Foto: Antonio Torres García.

Almería. Con este vulgo se conoce a esta corporación del Jueves Santo que cumple 75 años de historia. Ha tenido y tiene un gran esplendor en cuanto a enseres y bordados, que desde 1960 hasta 1996 salía en procesión con cinco majestuosos pasos. Foto: Antonio Navarro del Pino.

Almería. O Cautivo de Medinaceli. Tradición y devoción de un pueblo cada primer viernes de Cuaresma. Esta corporación es como un ave fénix que consiguió tras el incendio de 1996 superarse, en enseres y bordados, y que ahora se contemplan en la Casa-Palacio de los Puche. Foto: Antonio Navarro del Pino.

Almería. Con casi 250 años es la más antigua con tradición y devoción popular, solera que le caracteriza por las innumerables saetas que se entonan a su paso. Foto: Juan Miguel Viedma.

Adra. Es una autentica joya procesional del barroco granadino que procesiona el Jueves Santo a orillas del Mediterráneo. Siguiendo el estilo de la zona, todas sus imágenes son portadas en tronos. Foto: Manuel Amat.