Durante el concurso, que pide interpretación del concepto de la muerte en la sociedad, diferentes artistas grafiteros realizarán sus obras a la vista de los transeúntes. Las obras serán votadas por el público de manera anónima para elegir el ganador, entre 8 seleccionados por su trabajo durante todo el año. Cada edición es acogida por una ciudad y, en esta ocasión, la elegida es Bilbao.
Desde la primera edición de este certámen en 2017, se ha convertido en uno de los eventos culturales de conciencia social. Esta vez quieren romper tabúes respecto a la muerte como parte del ciclo de la vida.