Como en todas las elecciones generales, Cataluña se perfilaba este domingo como un territorio clave para conformar el gobierno. Los partidos se jugaban allí 48 escaños en una región con un alto voto independentista que se ha desplomado con respecto a los comicios de 2019.
Hace cuatro años ERC ganó las elecciones logrando 13 diputados, pero este domingo ha caído estrepitosamente hasta los siete diputados en detrimento de un PSOE que ha arrasado logrando 19 escaños. Los socialistas han logrado un 34,5% de los votos y se han convertido de forma destacada en la primera fuerza política en Cataluña.
No han sido nada buenos los resultados para los partidos independentistas, ya que todos han perdido diputados con respecto a los anteriores comicios. También empeoran sus resultados Junts, que cae de los 8 a los 7 escaños; y la CUP, que pierde sus dos diputados.
El porcentaje de votos de los independentistas se ha quedado más de dos puntos por debajo del 30% en unas elecciones en las que ha crecido mucho el Partido Popular, que con un 13% de las papeletas sube de los dos a los seis diputados. Los de Feijóo han conseguido, además, más votos que ERC y Junts.
En clave pactos de investidura, Sumar ha conseguido siete escaños y Vox dos.
La sombra de los apoyos a un referéndum de autodeterminación planean sobre los posibles planes de gobernabilidad, ya que es una condición sin la que los partidos independentistas no están dispuestos en un principio a ofrecer su apoyo.