Sánchez deja en manos de Bolaños y María Jesús Montero la negociación con ERC y Junts
Los socialistas no esperan que el partido de Puigdemont actúe contra un Gobierno progresista porque les resultaría muy difícil de explicar.
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Desde la cúpula socialista se muestran convencidos de que finalmente se conseguirá una mayoría progresista que permita reeditar el Gobierno de coalición, ya que consideran que las exigencias de Junts para apoyar la investidura de Pedro Sánchez son sólo un punto de partida y un mensaje hacia el interior de su propia formación.
El partido del fugado Carles Puigdemont pide amnistía y referéndum de autodeterminación, algo que no está contemplado en la Constitución, tal y como recuerdan las mismas fuentes, que también ven "normal" que se hagan estas peticiones, ya que así se demuestra que Junts está siguiendo la línea trazada por el partido.
Lo que perdería Junts si hay repetición electoral
En el horizonte se encuentra la sombra de la repetición electoral si no hay acuerdo con el partido independentista, aunque desde Moncloa se muestran convencidos de que este escenario no se producirá y que finalmente sí habrá una mayoría de progreso.
Ven "poco factible" que Junts entre en una dinámica de enfrentamiento con el PSOE y muy complicado que actúe contra un Gobierno progresista porque les resultaría "difícil" de explicar a su electorado. También recuerdan que el 23J, el PSC obtuvo más diputados que todas las fuerzas independentistas juntas.
Las dos máximas de las negociaciones
Según cuenta El Confidencial, las negociaciones del PSOE con los independentistas pasan por dos máximas: la discreción y tratar a todos por igual.
Las negociaciones formales comenzarán a partir del próximo 17 de agosto, cuando se conforme la Mesa del Congreso, aunque hasta ahora ha habido algunos contactos para hablar con socios potenciales y tantear a otros.
Las riendas de las conversaciones con las formaciones catalanas las asumirá Félix Bolaños -el "arquitecto" de los indultos y de la mesa de diálogo-, y junto a él, la ministra de Hacienda y vicesecretaria del PSOE, María Jesús Montero, también un papel protagonista.
Primera parada: Mesa del Congreso
El primer reto será formar la Mesa del Congreso cuya negociación determinará la que se hará para la investidura de Pedro Sánchez. Según El Confidencial, desde Ferraz apuestan por Meritxell Batet como presidenta del Congreso y después repartir el órgano con Sumar. Descartan que los partidos nacionalistas e independentistas tengan asiento por "los vetos cruzados entre ERC y JxCAT, así como entre PNV y EH Bildu".
Aún así, les sumarían al pacto sobre la Mesa del Congreso para abrir el camino de cara a las posteriores negociaciones. "Les daríamos grupo", según confirman desde la cúpula del PSOE, a pesar de que ni Junts ni ERC cumplen los requisitos de la Cámara para constituirse de manera automática, "al no llegar al 15% de los sufragios en todas las circunscripciones donde se presentaron a las elecciones".
El objetivo de los negociadores pasa por tratar por igual tanto a ERC como a Junts, cuidando el lenguaje y la importancia que se le da a cada uno para que ninguno de los dos se moleste. El PSOE trata de rebajar la importancia que ha adquirido Junts en esta negociación y recuerdan que otros socios como ERC se pueden molestar: "El resto de socios son igual de importantes, hacen falta todos", señalan los socialistas.