La decisión del rey de designar a un candidato para presentarse a la investidura es arriesgada porque el aspirante a presidente del Gobierno, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llega sin haber conseguido los apoyos suficientes.
Por el momento, Feijóo cuenta con sus 137 diputados y con los 33 de Vox supeditados a la negociación, ya que el partido de Abascal ha puesto una condición para que sus 33 diputados voten 'Sí': que el PP no ponga un "cordón sanitario" contra Vox. Los apoyos que Feijóo sí tiene asegurados el de UPN y el de Coalición Canaria, así que el PP cuenta con 139 votos atados frente a los 152 que tiene Sánchez sólo con Sumar.
Desde el PP insisten en que Feijóo ha llegado a la reunión con el rey con más apoyos de los que tiene Sánchez, ya que este no cuenta aún con el apoyo explícito de PNV, Junts o ERC.
Aunque Pedro Sánchez ha mostrado hoy al rey su disposición para presentarse a la investidura porque está convencido de que cuenta con el "respaldo parlamentario" exigido para ser elegido presidente tras el apoyo obtenido para la configuración de la Mesa del Congreso el pasado 17 de agosto, realmente no la tiene y tendría que negociar la investidura con partidos que hasta ahora sí han apoyado el PSOE, como ERC.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha reconocido que el PSOE "tiene que cambiar la manera de negociar" si quiere su apoyo para la investidura.
Por otro lado, durante la ronda de consultas, el PNV evitó posicionarse sobre un hipotético apoyo al PSOE y el partido socialista ya ha llamado al PNV para recabar su apoyo. Por lo tanto, el PSOE necesita, aparte del que tiene asegurado con Sumar, conseguir los apoyos de los nacionalistas vascos, de los independentistas, de EH Bildu y de Junts, que es la gran incógnita y que sigue ostentando la llave para que la coalición se mantenga en la Moncloa.