El resultado del 23J ha dado como ganador al PP por número de votos y de escaños (136), pero es una victoria relativa por el momento, ya que con los resultados obtenidos por el partido presidido por Alberto Núñez Feijóo, no le daría para gobernar. Incluso con una teórica unión con Vox, donde alcanzarían los (169), el bloque de la derecha no tendría suficientes escaños para formar gobierno, al hacer falta (176) para obtener una mayoría absoluta del Congreso de los Diputados.
Mientras que, por otra parte, el bloque de izquierdas formado por el PSOE con (122) y Sumar con (31) diputados podrían formar gobierno al sumar fuerzas con los independentistas de ERC, EH Bildu, PNV, BNG, alcanzando los 172 diputados en el Congreso de los Diputados. A todas estas fuerzas hay que sumar el apoyo necesario también de los siete diputados de Junts per Catalunya. Todo ello requeríría de un proceso negociador por parte de Sánchez extremamente complejo.
El 17 de agosto se formarán las dos cámaras, el Congreso y el Senado y se elegirá a los miembros de la Mesa. Ese día se tendrá que informar al rey Felipe VI para que convoque a los representantes de todos los partidos políticos en la semana del 21 de agosto para hallar un candidato a la investidura.
Para conseguir ser investido presidente hay dos opciones o caminos que pueden seguir los candidatos a la presidencia. La primera de estas elecciones es, lógicamente, conseguir sumar una mayoría absoluta en la primera votación, alcanzando los (176 diputados). La otra opción es que al menos puedan lograr más votos a favor que en contra en una segunda oportunidad, 48 horas después. Si no se ha logrado una mayoría absoluta, en caso de bloqueo, las Cortes se disolverán al cumplirse dos meses de esa fecha para celebrar elecciones 47 días después.
Si esto acaba sucediendo, implicaría que habría unas nuevas elecciones en Navidad o como muy tarde en enero de 2024. Recordemos que esta situación ya se dio en las elecciones generales de 2019 que se celebraron el 28 de abril y se repitieron siete meses después, el 10 de noviembre, donde finalmente el candidato a la presidencia del PSOE, Pedro Sánchez, logró a través de pactos obtener una mayoría para ser el Presidente del Gobierno.
En 2016 se aprobó una reforma que vio reducido los plazos de las campañas electorales en el caso de un bloqueo de investidura, acortando el periodo electoral de 54 a 47 días y limitando a ocho días la actual campaña de dos semanas.