El próximo 23 de julio los españoles están llamados a las urnas para elegir al que será su representante los próximos cuatro años. El resultado final y la representación electoral dependen directamente de la Ley d'Hondt, que se utiliza para repartir los escaños de un Parlamento, de manera proporcional a los votos obtenidos por las candidaturas.
El número de diputados que se asignan a cada circunscripción también es proporcional, según el número de habitantes. Así el objetico es sobreponderar el peso de las zonas menos pobladas en las decisiones colectivas.
La Ley d´Hondt es un método de promedio mayor que sirve para asignar escaños en un sistema de representación proporcional por listas electorales. Es decir, se divide el total de votos obtenidos por los distintos partidos y se les termina asignando los escaños a los promedios más altos.
Si en las elecciones generales en una de las circunscripciones cuatro partidos políticos luchasen por conseguir los cinco cargos de diputados disponibles y el número de votos total fuese de 13.500 el recuento se haría así:
Se debe dividir el número total de votos por 1,2,3,4 y 5, los cargos electos que se disputan en cada circunscripción. Los 5.000 votos del partido A se dividirían por 1,2,3,4 y 5 y lo mismo con los 4.000 votos del partido B y así con todos. De todos los resultados, los cinco diputados se asignan a la cinco cifras más altas, independientemente del partido que sean.
Es importante recalcar, que para poder tener representación es necesario obtener al menos un 3% del total de los votos. En este caso, el partido A tendría el primer diputado gracias al resultado de 5.000, el segundo diputado sería para el Partido B por los 4.000. El partido A se quedaría con el cuarto diputado por el resultado de 2.500 y el último sería para el Partido B, con la cifra de 2.000. El partido D no tendría representación y por su parte el C alcanzaría un único diputado.
En el caso de que hubiera empate, ese escaño lo obtiene la formación con mayor número de votos, aunque esa posibilidad es prácticamente imposible porque las cifras no suelen ser redondas.