Alrededor de 37,4 millones de españoles están llamados a las urnas para celebrar las elecciones generales este domingo, 23 de julio. A la espera de conocer el resultado definitivo, la mayoría de las encuestas hacen prever que los pactos se antojarán necesarios a partir del lunes.
En este sentido, cada escaño juega un papel fundamental en la composición del nuevo arco parlamentario. Además, el panorama será bien distinto a lo acontecido en las autonómicas y municipales del 28 de mayo, y es que los votos necesarios para conseguir un sillón en el Congresovarían dependiendo de si hablamos de generales o de comicios locales. El 'precio' en votos de un escaño influye en varios factores: la circunscripción electoral, el número de diputados que se eligen y el sistema electoral.
Los 350 diputados de la Cámara Baja son elegidos por 52 circunscripciones electorales (las provincias y Ceuta y Melilla). Al margen de las ciudades autónomas, en las que solo se decide un escaño, los residentes en cada circunscripción eligen con sus votos a un mínimo de dos diputados.
El número de escaños elegido por cada provincia y ciudad autónoma no es proporcional al número de habitantes de cada territorio, lo que quiere decir que las provincias más deshabitadas tienen más escaños de los que les correspondería por población y viceversa.
Esto influye en el 'coste' en votos de los escaños: por ejemplo, los 3,56 millones de votantes de Madrid eligieron a 37 diputados en las elecciones de 2019 (unos 96.175 votos de media por escaño) y los de Teruel eligieron a tres (24.765 por escaño). Por su parte, los 1,4 millones de Valencia eligieron a 15 (93.103 votos por escaño) y los 46.889 de Soria eligieron a dos (23.449 votos por escaño).
En Barcelona, la media de votos por escaño para elegir a 32 diputados fue de 91.472 (con 2,92 millones de votantes). Los 33.614 votantes de Ceuta y los 31.014 de Melilla eligieron a un diputado por circunscripción.