Este domingo 18 de febrero se celebran las elecciones en Galicia en las que más de dos millones de gallegos y gallegas votarán para elegir a sus representantes en el Parlamento autonómico. Se dará paso, así, a la XII Legislatura en la que el Partido Popular tiene en juego uno de sus bastiones históricos.
Los sondeos ya han dado pistas de cuál podría ser el resultado electoral y, a decir verdad, puede que no esté tan claro como se preveía (a la vista está, el último CIS), aunque los de Alfonso Rueda se muestran con confianza. Como viene siendo habitual, hay algunos electores que prefieren abstenerse y optar por el voto nulo o el voto en blanco. En este sentido, puede surgir la duda de a qué partidos pueden beneficiar estas opciones.
El voto en blanco se produce cuando el sobre que se introduce en la urna no tiene ninguna papeleta dentro. Esta opción favorece a los partidos mayoritarios y perjudica a los más pequeños, debido a que necesitan más votos para conseguir un escaño.
Es decir, si en una circunscripción ha habido 1.000 votos a candidaturas, 200 en blanco y 50 nulos, teniendo en cuenta solo los votos a candidaturas, un partido necesitaría el 5% de los votos en Galicia para conseguir un escaño. Pero en este escaño se necesitarían más apoyos (que no más porcentaje).
El voto nulo se produce cuando aparece algún objeto o dos papeletas de distintas candidaturas en el sobre electoral. Este tipo de votos no se contabilizan, por lo que ni benefician ni perjudican a ningún partido.