Los partidos políticos en Cataluña que apuestan por la independencia del territorio lo hacen por una combinación de razones históricas, culturales, económicas y políticas.
A los descontentos con el Gobierno central se han sumado, en palabras de los propios representantes de las formaciones, percepciones de agravio fiscal, diferencias culturales y de lengua, entre otros factores. La cara más visible de la política independentista la protagonizan formaciones como ERC, Junts, la CUP o Aliança Catalana.
Hay que remontarse siglos para llegar al origen del movimiento independentista en Cataluña, que siempre ha mantenido una relación compleja con el Gobierno central y en el que han influido numerosos eventos, como la Guerra de Sucesión Española que tuvo lugar en el siglo XVIII.
Las etapas de represión cultural y política, así como las diferentes fuerzas que surgieron dentro del territorio, ampliaron las diferencias económicas, dialécticas y políticas entre la administración central y la catalana.
Esta serie de movimientos fueron ganando fuerza en su asociación con la libertad y la lucha frente a lo que se consideraba como centro autoritario y represivo, seguido de etapas como la dictadura de Franco. Posteriormente, el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006 confirió una identidad mayor para la región, así como más autogobierno y competencias que tuvieron que ver con la lengua catalana, Hacienda, etc.
El derecho a la autodeterminación sigue siendo el horizonte de los partidos independentistas. ERC y Junts lo fían todo a la negociación con el Estado.
Los republicanos proponen un acuerdo de claridad, inspirado en la fórmula que permitió el referéndum de Quebec, en Canadá, y que consiste en pactar las reglas con la Moncloa para celebrarlo en el futuro. Junts también aboga por sentarse en la mesa del Ejecutivo y reclama una mayoría amplia para tener más fuerza y culminar el 'procés'.
Por otro lado, la CUP defiende volver a las movilizaciones en la calle para defender la autodeterminación que traiga una República social, feminista y libre.