Rafa Nadal jugará este domingo su decimocuarta final de Roland Garros. El manacorí buscará un nuevo título en Francia en un año en el que no partía como principal favorito. Su rival en la semifinal, Alexander Zverev, se retiró lesionado justo antes del tie break del segundo set por culpa de una aparatosa torcedura de tobillo.
Estaba siendo un partido espectacular, con los dos tenistas desplegando su mejor tenis y dando una auténtica exhibición. Tras un primer set en el que Nadal se impuso en el tie break levantando cuatro bolas de set consecutivas al alemán, llegó un segundo en el que ninguno de los dos era capaz de ganar su propio servicio.
Puntos larguísimos, bolas espectaculares a la línea y muchísima igualdad. Justo cuando Nadal apretaba para forzar el tie break en la segunda manga, una aparatosa torcedura de tobillo obligaba a Zverev a parar.
El alemán se fue al suelo de inmediato y gritó desconsoladamente ante la atenta mirada de una Philippe-Chartrier que le ovacionó al ir al vestuario en silla de ruedas. Allí dentro fue tratado por el equipo médico y, pocos minutos más tarde, volvió a salir a pista con muletas, acompañado de Rafa Nadal, para comunicarle al juez de silla que no podría continuar jugando.
Nadal se clasifica así para una nueva final de su torneo fetiche, Roland Garros. El próximo domingo podría levantar su decimocuarta corona en París ante el ganador de la otra semifinal que enfrentará al noruego Casper Ruud y al croata Marin Cilic.