Carlos Alcaraz avanza en el Open de Australia tras vencer al italiano Sonego
Carlos Alcaraz necesitó más de tres horas de partido para doblegar al italiano Lorenzo Sonego.
El murciano Carlos Alcaraz mejoró su primer servicio y se impuso en su partido ATP número 200 al italiano Lorenzo Sonego, por 6-4, 6-7(3), 6-3 y 7-6(3) en tres horas y 24 minutos, en la segunda ronda del Abierto de Australia. Su próximo rival será el chino Juncheng Shang que ha vencido su partido ante Sumit Nagal.
"Estoy muy feliz por mi actuación. El partido fue complicado por el viento. Aunque perdí el segundo set, estuve ahí. Fue un gran partido", comentó tras el choque, en alusión al intenso viento que agitó Melbourne Park a lo largo de este jueves.
A pesar de que el partido se celebró en el turno diurno, la temperatura fue inferior a la del otro día, en la que el murciano jugó de noche, hecho que beneficiaba a un esperanzado Sonego que dispondría de más tiempo para reaccionar a los latigazos de Alcaraz.
Su porcentaje de primeros servicios en juego (64%) fue más elevado que en el arranque del primer partido, pero los problemas no se desvanecieron, por falta de variedad y acierto, principalmente, después de apuntarse un 67% de los puntos con primeros saques.
El vigente campeón de Wimbledon perdonó de nuevo las primeras tres opciones de rotura, pero no perdió la compostura, cumpliendo uno de sus objetivos, como él mismo indicó en su última rueda de prensa, y pegó el primer zarpazo desde el resto para establecer el 4-3 y saque a su favor.
Le sirvió este 'break' para llevarse una primera manga insípida ante un público de la Rod Laver, que llegaba tras presenciar uno de los partidos más emocionantes de la actual edición, con la remontada de la polaca Iga Świątek sobre la estadounidense Danielle Collins.
Ambos tenistas mejoraron claramente el servicio durante un segundo set que no contó con ningún punto de rotura. El italiano aumentó su porcentaje de primeros al 83% y el murciano al 67%, de los cuales se llevó el 75%.
La igualdad no se deshizo hasta un juego de desempate en el que el joven murciano cometió un par de errores de bulto que acabarían decantando la balanza hacia el lado de Sonego, que se mostró férreo y no concedió ningún punto de forma gratuita, para establecer el 1-1 a sets en el luminoso.
La gran virtud de Alcaraz respecto a la gran mayoría de tenistas profesionales es que se divierte excesivamente durante sus partidos, fruto de su incuestionable talento, y una situación que a priori puede parecer peligrosa, como un 1-1 frente a Sonego en la segunda ronda de un 'slam', no es percibida como tal por la tranquilidad que le inspiran sus excepcionales tiros.
El segundo clasificado mundial rompió a las primeras de cambio en el tercer set y celebró con un extra de entusiasmo ante su banquillo, liberado por la tensión acumulada en el tie-break del segundo.
Le sirvió esta rotura para llevarse un tercer set en el que el principal aspecto que mejoró fue el servicio (71% de acierto, 88% de puntos con primeros), a pesar de que contó con menos golpes ganadores y más errores no forzados que en la manga anterior.
La comodidad al saque se contagió a la zona del resto, con mayor energía por el menor desgaste con el servicio, y se volvió a apuntar un ‘break’ a las primeras de cambio de un cuarto set que sería el último.
Sin embargo, Sonego respondió con la misma moneda y devolvió el set a una igualdad que incomodó por primera vez a un Alcaraz, que frunció el ceño y propinó un golpe a la red con su raqueta en uno de los intercambios por su enfado.
Esta amargura le infundió orden, especialmente de cara a un ‘tie-break’ que contaría con un concentrado Alcaraz, que no cometió los mismos errores infantiles que hizo durante el juego de desempate del segundo set.
Acabó el choque con 43 golpes ganadores y 34 errores no forzados, pero la nota positiva fue un primer servicio que mejoró considerablemente con el transcurso del choque.
Con esta victoria, el murciano igualó su mejor actuación a orillas del Yarra, registrada en la edición de 2022, en la que cayó frente al por aquel entonces favorito italiano Matteo Berrettini en cinco sets.