La mística del Bernabéu, ausente durante ochenta minutos, estuvo a punto de devorar al Borussia en un final de infarto. Cuando todo parecía perdido, los goles de Benzema y Ramos hicieron creer durante unos minutos en la remontada, en el milagro. Fue un suspiro para el madridismo y una eternidad para el conjunto de Klopp. La realidad se impuso al final y el equipo alemán jugará por segunda vez la final de la Liga de Campeones. El Real Madrid deberá esperar un año más.
Todo el mundo se acordará de las ocasiones falladas por Higuaín, Cristiano y Ozil en ese inicio a tumba abierta de los de Mourinho, pero también hay que ser justos y reconocer el buen partido del Borussia. La segunda parte fue suya y de no ser por el larguero y Diego López el final se habría dirimido mucho antes.
La salida a escena fue perfecta. Se siguieron todos los pasos de un plan de remontada. Disparo en el primer minuto, falta en el primer balón controlado por el rival y presión axfisiante en la salida de balón.
Luego las ocasiones. Cristiano, Özil e Higuaín pudieron abrir el marcador pero la falta de puntería y Weidenfeller evitaron ese primer gol básico en cualquier intento de remontada.
Con el paso de los minutos el Borussia sacó a relucir su fútbol, virtud suya y demerito del Madrid, al que le faltó gasolina en algunas fases del partido.
Lewandowski se volvió a mostrar como un delantero total. Dio salida al balón, controló de espaldas, incordió a la defensa y dejó su seña en el larguero de Diego López. Junto al polaco apareció Reus, otra vez un tormento, y Gündogan que a punto estuvo de marcar si no llega a ser por un paradón antológico de Diego López en la segunda parte.
El Madrid se peleó durante toda la noche contra su falta de puntería y el resultado de la ida, una losa que cada minuto pesaba en las botas de cada jugador.
Mourinho decidió ir a por todas tras una primera parte sin goles y metió de una vez a Benzema y Kaká. El Real Madrid vivió buena parte del segundo acto a merced del Borussia, que dominó en muchas fases de juego.
Todo parecía controlado por parte de los hombres de Klopp a falta de ocho minutos para el final, pero el Madrid quiso intentar el más difícil todavía. Benzema cazó un remate en un centro por la derecha y tres minutos después Ramos fusiló desde el área pequeña para enloquecer a un Bernabéu incrédulo y efervescente.
Klopp trató de templar la embestida final con cambios y lo consiguió, aunque seguro que perdió varios años de vida en el intento. El partido y la eliminatoria murieron con una caída de Ronaldo en área rival. Fue la capitulación y el adiós al sueño de la 'Décima'. El Real Madrid lo volverá a intentar el año que viene, está por ver si con Mourinho en el banquillo.