Un día después de conseguir con su victoria en cuartos los puntos necesarios para participar en el Másters de Singapur, Muguruza continuó hoy su buena racha por tierras asiáticas y jugará en Pekín la semifinal contra la polaca Agniezska Radwanska, a la que ha derrotado en dos ocasiones esta temporada (en Sydney y Dubai).
"Recuerdo que el último partido que jugamos fue en Wimbledon, fue muy duro", recordó Muguruza en la rueda de prensa posterior al encuentro de hoy, en la que vaticinó "una semifinal muy dura, como siempre".
Es la primera vez que la española llega a la semifinal de un torneo Premier (segunda categoría en WTA, tras los del Grand Slam), y Garbiñe reconoció que hoy estaba "especialmente motivada para estar allí", aunque algo más calmada que ayer, cuando perdió los nervios en cuartos y destrozó una de sus raquetas a golpes.
Muguruza, de padre español (vasco de Eibar) y madre venezolana, viene de jugar un gran año que recientemente ha incluido llegar a la final del torneo de Wuhan, también en China, aunque se tuvo que retirar de ese partido por lesión y concedió la victoria a Venus Williams.
"Voy a recordar este año durante mucho tiempo", subrayó hoy Muguruza sobre una temporada en la que se ha aupado hasta el número cinco mundial y ha conseguido llegar a las finales de Wimbledon, algo que no se conseguía desde mediados de los años 90 con Conchita Martínez y Arantxa Sánchez-Vicario. Además de Muguruza, Rafael Nadal y David Ferrer han logrado acceder hoy a la penúltima ronda del torneo pequinés, con un aire más español que nunca.