En París 2024 se han introducido muchas novedades: la ceremonia de inauguración fuera de un estadio oro primera vez en la historia, nadar en el Sena... Y, también, que los ganadores de un oro olímpico en las pruebas de atletismo toquen una campana.
Situada en uno de los extremos del Stade de France, la campana de la victoria como es conocida se ha convertido en un símbolo de celebración para todos los atletas que consiguen alzarse con la medalla de oro.
Esta campana forma parte de la remodelación de la catedral de Notre-Dame, símbolo de París y de la arquitectura mundial que sufrió un incendio en 15 de abril de 2019. La idea es que, cuando finalice la restauración de Notre-Dame, esta campana forme parte del campanario para que el sonido de la victoria olímpica resuene en la capital francesa para siempre.
Esta campana se encuentra en el Stade de France, el estadio que acoge los partidos de fútbol de la selección de Francia. Antes, solo era un estadio de rugby y, tras la reforma, acoge los encuentros de ambas selecciones. Durante las justas olímpicas de París, la campana fue muy relevante, sobre todo en los partidos de rugby, ya que los ganadores se acercaban y celebraban la victoria tocándola. Ahora la tradición la continúan los atletas olímpicos. En París 2024 el primero en tocarla fue el ganador de los 100 metros lisos, el estadounidense Noah Lyles. Álvaro Martín y María Pérez lo harán mañana tras ganar el oro en el relevo mixto de maratón de marcha.
La campana se fabricó en Normandía en el museo de Fonderie Cornille Havard en Villedieu-les-Poeles-Rouffigny y tiene grabados los cinco anillos del logo de los Juegos Olímpicos y el logo de París 2024 en dos de sus extremos. Notre-Dame tiene 10 campanas que pesan entre dos y tres toneladas cada una y otras más pequeñas en su aguja y dentro del techo que se destruyó en el incendio. La del Stade de France es una réplica de ellas y se unirá al campanario cuando terminen los trabajos de restauración.