"El gobierno tiene que cambiar la Ley del Deporte porque fomenta perpetuarse en el poder. El presidente se debería elegir: un voto, un federado"
Ignacio Ridruejo aspira a terminar con 20 años de mandato de Javier Revuelta en la hípica española.
Madrid |
Como dijo el prestigioso historiador del siglo XIX Lord Acton, “el poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
Cada cuatro años, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de verano, la gran mayoría de las federaciones acometen unas elecciones en las que por regla general siempre surge la polémica ante un sistema clientelar que favorece la perpetuación en las presidencias.
Pocos son, y alguno está arrepentido, los que han dado el paso de limitar sus mandatos, Jorge Garbajosa en Baloncesto, Raúl Chapado en Atletismo, Manuel Aviñó en Automovilismo o Manuel Casado en Motociclismo; muchos ni se plantean una alternativa en sus vidas y otros como el presidente de la Real Federación Hípica Española, Javier Revuelta, mostraron su intención de eternidad en el cargo, cuando en medio de su última legislatura, impulsó en junio de 2014 un cambio de estatutos para eliminar la limitación de mandatos que existía en su deporte y que le impedía volver a presentarse a la reelección.
Tras 20 años en el cargo, Revuelta no se esconde a la hora de loar su propia gestión y mostrar su malestar ante la aparición de una candidatura opositora como se desprende de la entrevista publicada el pasado domingo en El Confidencial.
El aspirante para derrocar al actual emperador de la Hípica es Ignacio Ridruejo.
Ridruejo se presenta como una persona involucrada en la hípica desde los 12 años cuando empezó a montar. A partir de ahí estuvo en equipos nacionales de menores, para posteriormente ser miembro de la selección española de Copa de Naciones, hasta alcanzar el rango de Deportista de Alto Rendimiento, donde estuvo preparándose para participar en grandes eventos, pero como él mismo afirma sin rubor, “llegado a un punto me atasqué y decidí apostar por los estudios”.
Tras licenciarse en economía por la American University de Washington DC, trabajó durante muchos años en la banca, hasta pasar a gestionar su propia sociedad de inversiones.
P - ¿Qué le ha llevado a aspirar a ser presidente de la Federación Española de Hípica?
R - Una serie de federados me plantearon que encabezara yo una candidatura alternativa a los dirigentes actuales. Consideraban que mi trayectoria en la hípica me avalaba, por ser alguien que siempre he buscado consensos con todos los agentes implicados. A partir de ahí contacté con más federados, con federaciones autonómicas y con otras personas que querría en mi equipo. La respuesta fue muy positiva por parte de todos y decidí seguir adelante para intentar cambiar las cosas.
Entiendo que si hay este movimiento es porque mucha gente está insatisfecha con la gestión actual.
Exacto. Históricamente la gente ha sentido que su participación en las elecciones no servía para nada, pero este año se ve a muchos federados que están cansados y que han dicho: ¡Basta ya! Quieren políticas nuevas con una nueva generación de gestores al frente. Además, coincido plenamente con ellos en las tareas que la hípica tiene por delante para avanzar.
Cada vez que llega el año electoral en las federaciones deportivas se repite el mismo patrón de la ventaja competitiva de los candidatos oficialistas, que ya ocupan el poder, frente a los aspirantes. ¿Cree que el Gobierno debería impulsar una Ley del Deporte que garantice igualdad de oportunidades y evite el control electoral por parte de los que ya están dentro?
Así debería ser porque todos los problemas surgen de la Ley del Deporte. En primer lugar, porque está creada principalmente pensando en la Federación Española de Fútbol y otras federaciones grandes de clubes. No han tenido en cuenta las peculiaridades de otros deportes individuales. En el caso de la Hípica esto provoca problemas como el que está existiendo ahora con los clubes dentro del censo.
Explíquese…
Se supone que tiene que haber una proporcionalidad en la representación de los diferentes estamentos en la asamblea de la federación, pero en la hípica española nos encontramos con un 6% de licencias de clubes y un 32% de representación en la asamblea, lo cual no se corresponde con la realidad. La Ley del Deporte es muy rígida, y los dirigentes que están en el poder se agarran a ella aunque saben que es una norma injusta para su federación y su deporte. Así es muy difícil competir.
¿Cuál es la problemática concreta de la hípica?
Lo que están reclamando los clubes es que no debe existir la distinción que ha implantado la federación (RFHE) entre clubes olímpicos y no olímpicos, porque en la hípica compiten los jinetes, mientras los clubes hacen una labor formativa para que los deportistas avancen, junto a sus técnicos deportivos, a través del sistema de galopes.
¿Qué piden esos clubes de galopes?
Igualdad con el resto. Consideran que ellos hacen la misma labor que los otros dentro de la hípica. Yo creo que tienen toda la razón porque es una discriminación respecto al numero de puestos que pueden ocupar en la asamblea.
¿Esta distinción está promovida por los actuales gestores porque les puede favorecer en las elecciones?
Si, porque en este proceso electoral se incluyen más de 200 clubes nuevos a los que con este sistema solo les corresponderían 7 asambleístas, mientras que a los 87 tradicionales les adjudican 25 puestos. Además, están denunciando que existe una serie de clubes ‘fantasmas’ que llevan a la manipulación del proceso electoral en detrimento de los clubes reales.
La aparición de clubes ‘fantasmas’ es una denuncia habitual en muchas federaciones. ¿Cómo los detectan en hípica?
En nuestro deporte la mayoría están registrados en la Federación Andaluza de Hípica. Son clubes con idéntico domicilio y persona de contacto, están presididos por miembros de una misma familia, no tienen socios, no tienen instalaciones, no tienen jinetes, no tienen caballos, no tienen profesores, …
¿Y estos clubes son los que tienen mayor representatividad dentro de la asamblea de la federación?
Si, suelen conseguir el mayor número de representantes porque se votan entre ellos y se aprovechan de que siempre ha existido ese desapego hacia las elecciones por parte de los federados, ya que consideran que no sirven para nada porque el proceso está dirigido y creen que todo va a seguir igual.
¿Cómo solucionaría el problema de los clubes?
Recalificaría los criterios necesarios para formar un club y que sea elegible al censo. Tiene que haber criterios reales y lógicos para impedir que se puedan colar clubes que realmente no lo son.
El actual presidente, Javier Revuelta del Peral, mantiene que él no se ha lucrado de la hípica y que nunca ha tenido sueldo. Sin embargo, dentro del mundo del caballo hay muchas voces que deslizan que se ha beneficiado de la federación de forma indirecta. ¿Le consta?
Es verdad que él no percibe ningún salario y en mi caso, si saliera elegido, tampoco lo tendría. También es cierto que hay una serie de foros de interés en los que se están generando una serie de comentarios respecto a su gestión, pero yo no tengo ninguna prueba al respecto. De todos modos, esto es también uno de los motivantes para que se esté pidiendo una renovación de unos dirigentes que llevan al mando 20 años y que han creado grupos de poder que manejan a su antojo la federación tanto de forma directa, como indirecta. Yo no tengo pruebas de que se lucren económicamente, pero es un comentario generalizado y esto se soluciona con una nueva generación de dirigentes que no tenga ningún interés económico en el puesto que vayan a desempeñar.
Como periodista llevo manteniendo desde hace mucho tiempo que no es conveniente que los dirigentes se mantengan tanto tiempo en el poder porque las federaciones se convierten muchas veces en cortijos. ¿Usted limitaría los mandatos?
Es absolutamente necesario limitar los mandatos. De hecho, antes de que llegara Javier Revuelta a la presidencia estaban limitados y él quitó esa limitación. Yo personalmente no querría estar más de 8 años porque si en ese tiempo no he conseguido hacer lo que debo hacer, sobro. En caso de conseguir los objetivos también es lógico pasar el testigo a alguien que siga empujando por el bien de la hípica. La limitación que yo impulsaría sería de 12 años porque no te puedes perpetuar en el poder, ya que dejas de pensar en el deporte para pensar en otras cuestiones.
Escuchando sus argumentos da la impresión de que la federación es un ente cerrado que solo es de unos pocos.
Así es. Una de las cuestiones que yo cambiaría es la comunicación porque ahora mismo estamos ante un ente cerrado que no se comunica ni con las federaciones autonómicas, ni con los estamentos, ni con los federados. No hay un trabajo común, con una comunicación común, no solo para explicar las políticas a desarrollar y consensuarlas con los interesados, si no que tampoco hay ninguna comunicación de seguimiento de las cuestiones que afectan a la RFHE. Además, muchas territoriales te transmiten que han decidido ir por libre porque desde la española no se les hace ni caso y que no pueden contar con esos dirigentes.
¿Qué mensaje mandaría al gobierno?
Que tienen que cambiar la Ley del Deporte porque tanto la del 90 como la nueva, facilitan perpetuarse en el poder al no establecer unas elecciones libres y democráticas. Lo que tienen que hacer es una Ley del Deporte para que cada una de las federaciones pueda crear unos estatutos y unos reglamentos electorales que se correspondan con la realidad de su deporte, manteniendo la obligación de que esos reglamentos tengan que remitirse al Consejo Superior de Deportes para que dé el visto bueno legal. Tienen que permitir mayor independencia para adaptar las leyes a las peculiaridades de cada uno. No todas somos la federación de fútbol.
Otras denuncias de aspirantes a presidir federaciones que se repiten con el permiso de esa Ley del Deporte son: comisiones electorales controladas por los dirigentes que están en el poder, candidatos que se mantienen en la presidencia cuando se vota la asamblea que luego le va a elegir, … Parece casi imposible ganar unas elecciones desde fuera.
Así es. De hecho, yo lo que he presentado es mi intención de ser candidato, pero realmente la candidatura no será oficial hasta que se forme la asamblea. Esta situación no me favorece poque podrán utilizar todos los resortes de la federación para pelear contra un candidato alternativo, mientras la situación beneficia a quien se quiere presentar a la reelección porque no tiene que dejar los cargos federativos hasta que se establece la asamblea, por lo que tiene todas las armas.
¿Cómo se compone la asamblea de la Federación de Hípica?
Son 100 miembros más el presidente, de los que 83 son elegidos y 17 son presidentes territoriales que tienen el puesto asegurado como miembros natos.
¿No cree que sería más justo que la elección del presidente fuera un voto por federado?
Debería ser así. Un voto, un federado. Todos los federados deberían elegir al presidente y a la asamblea, a la que la única potestad que le quitarías sería la de elegir al presidente, pero seguiría siendo el máximo órgano de dirección. Además, hay que hacer una modificación de la proporcionalidad del número de miembros, ya que el 70% de las licencias son deportistas y solo representan el 27%, mientras que los clubes suponen el 6% de las licencias y tienen el 32% de los puestos de la asamblea. Estamos ante un deporte en el que se compite de forma individual y el deportista debería ser escuchado.
Pero reconocerá que los clubes siempre serán menos que los deportistas.
Está claro. Hay que hacer es una sentada con todos los estamentos y buscar una proporcionalidad más justa.
Otra denuncia generalizada de todos los aspirantes ‘no oficialistas’ a presidir federaciones llega por la exigencia por parte del gobierno de conseguir el 15% de avales de asambleístas para presentarse. Muchos creen, me incluyo, que este sistema hace que se pierda el sentido del voto secreto porque te tienes que retratar con el aval y hay mucho miedo a represalias. ¿Existe ese terror en la hípica?
Ese temor ha existido siempre. Más allá de los dirigentes es un problema sistémico, pero en esta ocasión estoy viendo una mayor involucración de gente que se está empezando a quitar el miedo de encima y que de verdad quieren presentarse a la asamblea y manifestar públicamente que van a apoyar mi candidatura. Desde que anuncié mi intención de presentarme no te imaginas la cantidad de mensajes que he recibido, con lo cual parece que estamos consiguiendo que la gente se sacuda el miedo y se involucren que es lo más importante.
Detecto en sus palabras optimismo para poder conseguir los avales y convertirse en candidato oficial.
Yo soy optimista, pero es verdad que la comisión delegada de este jueves va a ser clave porque si la división de clubes se mantiene hay un número de asambleístas que se van a ir fijos para un lado. De todos modos, estoy convencido de que hay posibilidades y voy a pelear hasta el último minuto especialmente por la ilusión que estoy viendo en la gente que me está llamando y que dice que quiere un cambio.
Generalmente las comisiones delegadas están controladas por el establishment. ¿También es el caso de la hípica?
Con el sistema actual es inevitable. Al final son 15 miembros más el presidente que tiene voto de calidad y se eligen cuando se compone la asamblea, generalmente, a propuesta de la propia presidencia.
Otra de las lacras del sistema federativo es el nepotismo que deriva en clientelismo. ¿No cree que hacen falta procesos de selección más profesionales y más cuando estamos hablando de empresas que son claramente más públicas que privadas?
Está claro que hacen falta unos procesos de selección genéricos por parte del gobierno y con la especificidad de cada federación. Aquí tenemos personal que lleva muchos años en el mismo puesto y que toman decisiones sobre modalidades de hípica sin conocimiento práctico ninguno. Para avanzar tiene que haber profesionales especialistas en cada uno de los temas en los que va a decidir y por eso para mi una de mis mayores preocupaciones, y creo que lo he conseguido, ha sido involucrar a las mejores personas en cada materia para que mi función como presidente sea gestionar el equipo para sacar lo mejor de cada uno, pero siempre en consenso con los federados.
¿Algo más que se quede en el tintero?
Que me gustaría que desaparezcan estos conflictos y que se hable más del deporte y de todo lo que se puede hacer para mejorarlo que es sobre lo que deberían girar los debates en el periodo electoral. Es una pena que no hablemos de muchas cosas positivas como el próximo campeonato de ponys que va a reunir a cerca de 500 niños, de los recientes campeonatos de España de doma y concurso completo, de la participación el pasado fin de semana del equipo español de salto en Luxemburgo y en La Baule, … Tenemos que cambiar la imagen de la hípica tanto hacía dentro, como hacia el exterior para que el público se anime a ver los campeonatos y a montar.