La selección española femenina de balonmano, vigente subcampeona continental, se comprometió notablemente su continuidad en el Europeo de Suecia, tras caer por 23-25 ante Serbia, en un encuentro en el que por encima del resultado, lo peor para el equipo español fue la lesión de Marta Mangué.
Un mazazo, que pese a dejar 'sonado' al conjunto español durante muchos minutos, no hundió definitivamente a las "guerreras", que con todo perdido y abocadas a una más que previsible goleada, protagonizaron en la segunda mitad una emocionante reacción, que hizo soñar, incluso, por la remontada.
Pero la falta de acierto en el lanzamiento español, que facilitó enormemente el trabajo a la portera serbia Marija Colic, condenó definitivamente a España a una derrota (23-25), que obliga a las de Jorge Dueñas a ganar el próximo jueves (18:30) a Eslovenia si quiere seguir en la competición.