El equipo de Marcelino, con rotaciones en su alineación, no tuvo la intensidad, ritmo y precisión de otros partidos, por lo que apenas generó peligro ante un rival que se animó en la segunda parte y que tuvo las mejores ocasiones para llevarse la victoria.
El Villarreal comenzó bien el encuentro, adueñándose por completo del balón ante un rival muy replegado. El monólogo local se tradujo durante los primeros minutos en varias llegadas al área, aunque sin peligro, a excepción de un cabezazo de Comesaña, tras un saque de esquina, que salió fuera por poco.
Un gol anulado a Brereton, por fuera de juego previo de su asistente, Álex Baena, desconectó al Villarreal del partido, y sólo Ilias Akomach mantuvo el nivel con varios regates y pases de mérito.
Tras el descanso, Marcelino se vio obligado a recurrir a su goleador, José Luis Morales, en sustitución de Baena, que finalizó la primera parte con molestias físicas. El primer acercamiento ofensivo, sin embargo, lo protagonizó el Maccabi Haifa tras una mala cesión de Altimira a Reina que estuvo a punto de aprovechar el recién entrado Pierrot.
La entrada al partido de Pedraza, Coquelin y Gerard Moreno le dio al Villarreal un juego más reconocible y ayudó a inclinar el partido hacia el área del Maccabi Haifa, aunque las ocasiones de gol seguían sin llegar. La opción más clara de gol, a 20 minutos del final, la tuvo Pierrot, que no logró rematar de cabeza, solo en el área pequeña, un centro desde la banda.
Al Villarreal le entraron las prisas en los últimos minutos, en los que intensificó su dominio y tuvo su opción en un remate de Coquelin que despejó Keouf. Sin embargo, fue el Maccabi Haifa, a la contra, el que pudo llevarse el partido ya en el descuento con un disparo de Kandil que despejó Reina para mantener, por lo menos, viva la esperanza de alcanzar la primera plaza del grupo.