El TAS desestima el recurso de Platini y mantiene la suspensión de 90 días

En su resolución, el TAS dice haber estimado parcialmente la reclamación de Platini al ordenar a la FIFA que no prolongue la suspensión al presidente de la UEFA, que podía ampliarse 45 días más, y precisa que los 90 días de suspensión concluirán el 5 de enero de 2016.

"Mantener la suspensión provisional de 90 días no causa un daño irreparable a Michel Platini en este momento" señala el TAS, ya que el Comité de Ética de la FIFA ha confirmado a este organismo que adoptará una decisión definitiva sobre el caso antes de esa fecha, pero ampliar la sanción sí podría hacerlo, según el tribunal.

Según el panel del TAS que ha estudiado el recurso, "incluso aunque la suspensión se levantase en este momento, tal medida no daría ninguna garantía a Michel Platini de que el comité electoral ad hoc validaría su candidatura para las elecciones a la presidencia de la FIFA antes del 5 de enero de 2016".

"Sin embargo, el panel del TAS consideró que la situación cambiaría si la FIFA extiende la suspensión provisional por un periodo hasta 45 días, en base a circunstancias excepcionales como permite el articulo 85 del Código Ético de la FIFA", añade el comunicado del TAS.

Los jueces Clifford Hendel (FRA/USA) -presidente-, Rui Botica Santos (POR) y Ulrich Haas (GER) sí precisaron que "esta extensión constituiría una indebida e injustificada restricción del derecho de Michel Platini de acceder a la justicia y le causaría un daño irreparable", por lo que ordenan a la FIFA que no extienda la suspensión provisional impuesta.

Platini acudió al TAS después de la suspensión que la FIFA dictó el 18 de noviembre sobre él y el presidente de la misma, Joseph Blatter, por la imputación de la Fiscalía Suiza a éste por sospechas de "un pago desleal" en 2011 de dos millones de francos suizos (1,8 millones de euros) "en perjuicio de la FIFA" por trabajos de asesoría realizados supuestamente entre 1999 y 2002.

Esta situación hizo que el Comité Electoral ad hoc de la FIFA no se pronunciara sobre la candidatura del dirigente galo cuando el 12 de noviembre admitió a cinco candidatos para las elecciones a presidente de febrero.

Los cinco candidatos admitidos son Ali Bin Al-Hussein, presidente de la Federación Jordana, el francés Jerome Champagne, que fue secretario general adjunto de FIFA en la que trabajó entre 1999 y 2010, el suizo Gianni Infantino, secretario general de la UEFA, el jeque de Baréin Salman Bin Ebrahim al Khlalifa, presidente de la Confederación Asiática (AFC) desde 2013 y vicepresidente de la FIFA desde entonces, y el sudafricano Tokyo Sexwalle, actual asesor de la FIFA contra el racismo y conductor de las conversaciones entre las federaciones de Israel y Palestina.

Aunque Platini y Blatter ya han visto denegados en el Comité de Apelación los recursos que presentaron contra esta suspensión de 90 días, todavía están a la espera de que el Comité de Ética resuelva definitivamente sus casos. Ambos comparecerán los días 17 y 18 de diciembre ante la cámara de juicios de este órgano.

Lo que ha trascendido hasta el momento, según los abogados de Platini, es que la instructora de su caso, Vanessa Allard, de Trinidad y Tobago, ha pedido la suspensión de por vida del exfutbolista, que preside la UEFA desde 2007.

En su defensa Platini espera hacer valer un informe interno de la UEFA elaborado en 1998, año en el que Blatter asumió la presidencia de la FIFA en sustitución del brasileño Joao Havelange al derrotar al sueco Lennart Johansson, y que se hizo público el pasado día 6, que muestra que la organización ya conocía entonces que Platini tenía un contrato con la FIFA.

"Michel Platini estuvo implicado en la campaña de la elección de JSB (Joseph Blatter, presidente de la FIFA). Este último ya ha anunciado que Platini se convertirá en director deportivo de la FIFA", señala el informe, que menciona la cifra de "un millón de francos suizos como salario" de la FIFA para Platini.

Esa frase constituye, a ojos de la defensa y de los allegados de Platini, la prueba de que el exfutbolista no tenía un contrato "oculto" con Blatter, supuestamente como pago por haberle apoyado en la campaña para renovar su mandato en 2011, que es lo que investiga la justicia suiza y lo que sustenta la acusación en el seno del Comité de Ética de la FIFA.