De las paradas del mejor Oblak y el travesaño salvador, a la remontada para convertirse en líder en solitario de un Atlético de Madrid inmerso en una racha interminable de triunfos, dos acciones fueron trascendentales en Montjuic. La primera, un error grave de Marc Casadó que provocó el empate. En una acción defensiva, de cara a su portería, despejó de tacón un balón sin ver donde caería. Fue a los pies de Rodrigo De Paul que castigó el fallo con un disparo ajustado. La segunda, volcado el Barcelona en busca del triunfo permitió un contragolpe letal. Apareció De Paul, la carrera de Nahuel Molina finalizada con un centro tenso y el zurdazo preciso de primeras de Sorloth.
De esta manera, el ejercicio de resistencia rojiblanco tuvo el mejor de los broches para dar el primer triunfo en la Ciudad Condal a Diego Simeone. Nunca antes, desde que dirige al conjunto rojiblanco, el argentino consiguió una victoria en el Camp Nou. Con anterioridad, Simeone se había enfrentado al Barcelona hasta en 37 ocasiones con solo seis victorias, todas ellas como local.
Un victoria que permite a los rojiblancos alcanzar los 41 puntos en la Liga. El Real Madrid tiene 40 y el Barcelona 38, con un partido más que sus dos rivales por el título. En 7 jornadas, el Atlético le ha recortado 10 puntos a los blaugranas. Una remontada extraordinaria para permitir a Simeone celebrar su cumpleaños en el banquillo en lo más alto de la Liga.