A punto de alcanzar el minuto 78 de encuentro, y con 0-6 en el marcador, el árbitro Christian Dingert suspendió el juego después de que los seguidores más radicales del Bayern hubieran proferido insultos incesantemente hacia Hopp y su gestión al frente del Hoffenheim.
Los futbolistas del Bayern, tanto titulares como suplentes, se han acercado a ese sector de la grada junto al exportero y actual directivo Oliver Kahn. Con el apoyo del presidente, Karl-Heinz Rummenigge, entre todos han tratado de calmar los cánticos polémicos.
Transcurrido más de un cuarto de hora, con ambos equipos en el túnel de vestuarios y dilucidando qué hacer con los árbitros, los futbolistas saltaron de nuevo al césped del PreZero Arena para agotar el tiempo que faltaba simplemente pasándose el balón y escenificando de manera conjunta su protesta entre aplausos del resto del estadio.
Este incidente ha ocurrido escasos días después de que el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Fritz Keller, haya condenado enérgicamente la exhibición de otra pancarta con una mirilla de escopeta en el estadio del Borussia Mönchengladbach y que tenía la imagen del rostro de Dietmar Hopp.