El Getafe tumba a un Girona que vuelve a pinchar fuera de Montilivi y ve peligrar el segundo puesto
La pizarra de Bordalás acabó con el Girona, que sin delanteros y con un centro del campo poblado de jugadores dejó al conjunto de Míchel al borde de perder la segunda posición de LaLiga.
Yellu Santiago, pasada la media hora, se encargó de confirmar la superioridad táctica de un equipo muy inspirado en la primera parte con la firma de Bordalás, que sorprendió con una alineación que se convirtió en una trampa para el Girona.
A Bordalás le dio un ataque de entrenador con todo lo que eso conlleva. Puede salir bien, y acabar en un pedestal, o puede salir mal y terminar señalado. Y más cuando el Getafe apenas sumaba dos victorias en sus últimos once encuentros. Pero aún así, el técnico azulón arriesgó con un sistema revolucionario que funcionó.
Para empezar, jugó sin delanteros. Fuera de juego por lesión Borja Mayoral, sólo tenía disponibles a Juanmi Latasa y a Jaime Mata. Ambos se quedaron en el banquillo. En su lugar, colocó a Óscar arriba. Pero tampoco fue una referencia fija. Se turnó con Maksimovic. Los dos intercambiaron sus posiciones con un centro del campo robusto, en el que además del serbio estaban Ilaix Moriba, Luis Milla, Yellu y Greenwood como jugador diferencial libremente dedicado al desborde.
Míchel, mientras, también pobló el centro del campo de jugadores. Además, Miguel Gutiérrez, lesionado en el calentamiento, dejó su hueco a Pablo Torre. Junto a Iván Martín, Aleix García, Portu y Sávio, más los cinco del Getafe, se formó un enjambre de futbolistas que durante los diez primeros minutos se tomaron la medida.
Pero en el ambiente se notaba una mayor presencia del Getafe, que al final ganó la batalla en el centro del campo con su fortaleza y anuló por completo a todos los jugones del Girona. Los hombres de Míchel se quedaron totalmente expuestos a la eficacia del sistema de Bordalás, que fue amasando poco a poco el primer tanto.
Eso sí, le costó mucho al Getafe, que encontró buena resistencia atrás. De hecho, hasta la media hora, con un disparo desde fuera del área de Greenwood, no inquietó a la portería defendida por Gazzaniga, que poco después no pudo evitar el gol de Yellu. El Getafe robó la pelota cerca de la medular, Ilaix Moriba se la cedió a uno de los fichajes invernales de Bordalás y no falló ante el meta del Girona.
Míchel, visiblemente enfadado en la banda, incitó a sus jugadores a tener un arranque de dignidad y por fin se enchufaron al filo del descanso, cuando Dovbyk pudo empatar en un mano ante Soria que mandó fuera. El delantero ucraniano, desde que firmó un triplete al Sevilla, vive atascado. Acumula demasiadas jornadas sin ver gol y el Girona sufre sin su acierto de antaño.
Pero aún quedaba toda la segunda parte. El Girona siempre tiene capacidad y jugadores para reaccionar. Fue derrotado por el sistema de Bordalás en el acto inicial pero era muy complicado que el Getafe mantuviera ese ritmo durante todo el choque. Al Girona no le quedaba otra que dar un paso adelante y así lo hizo. Consiguió domar mínimamente a su rival y empezó a merodear por la portería de Soria. Eso sí, se expuso a un grave peligro: los contragolpes del Getafe con Greenwood a la cabeza.
El británico estaba en casi todos los saraos de su equipo y el segundo pudo caer del lazo azulón con un cabezazo de Ilaix Moriba que cerró una jugada iniciada por Greenwood en el centro del campo. Cada partido, demuestra por qué este verano se lo van a rifar equipos de mayor nivel. El Getafe, salvo milagro, tendrá que despedirse de unos de los mejores futbolistas que nunca han pisado el Coliseum.
Pero mientras Greenwood hacía sus diabluras, el Girona no se quedó quieto. Dovbyk, en una lucha continua con Djené y Alderete casi siempre perdida ante la inmensidad de los centrales del Getafe, logró zafarse dos veces de ambos. En una, para sacarse un disparo desde el vértice del área que agarró Soria. Y en la otra, para rozar un remate casi bajo la línea tras un jugadón entre Sávio y Pablo Torre. No llegó por milímetros y el Getafe se salvó.
Ya en el último tramo, las salidas al terreno de juego de Jaime Mata, Diego Rico y Aleñá, devolvieron al Getafe a la casilla de salida. Otra vez volvió a ser dominador y Jaime Mata pudo sentenciar ante Gazzaniga en un mano a mano que salvó el portero argentino de forma espectacular. Respondió otra vez Dovbyk, apareció Soria y con la ocasión del ucraniano, desesperado una jornada más por su ausencia de olfato, el partido terminó con una victoria 'made in Bordalás' que podría dejar al Girona, si el Barcelona gana su partido, sin la segunda plaza.