El Espanyol gana el duelo de los golazos
El Getafe se atascó en su intento y perdió para acercarse al abismo del que sale el Espanyol.
En un duelo de golazos, los que firmaron Joselu Mato, Enes Ünal y Javi Puado, el Espanyol superó 1-2 al Getafe y se llevó tres puntos clave con los que abandonó los puestos de descenso, acabó con una racha de siete encuentros consecutivos sin conocer la victoria y metió a su rival en un lío.
El equipo de Diego Martínez necesitaba puntos con urgencia. El empate casi no le servía al Espanyol después de acumular un exceso de pinchazos que provocaron un coqueteo excesivo con las plazas de Segunda División. El Getafe, un rival muy duro, era una presa muy golosa a la que igualar en puntos para coger moral de cara a futuros compromisos. Y, con incertidumbre, el conjunto 'periquito' logró su objetivo. A lo grande, con un par de golazos.
Y es que el duelo entre ambos no pudo empezar mejor. Hacía tiempo que no se veía tanto espectáculo seguido en el estadio del Getafe, donde poco a poco se va recuperando el buen fútbol después de casi medio curso plagado de tedio. Nunca esta temporada, en apenas un minuto y medio, ocurrió algo semejante a lo que hicieron Joselu y Enes Ünal.
El primer golpe lo atizó el delantero del Espanyol. Llegaba en buen estado de forma, con dos tantos consecutivos al Barcelona y al Girona, y cerró el círculo con un zapato espectacular desde 48 metros que dejó boquiabiertos a los espectadores del Coliseum Alfonso Pérez.
Parte de culpa de su éxito la tuvo Martin Braithwaite, que le robó la cartera a Luis Milla en el centro del campo. El danés consiguió por un instante algo complicadísimo, quitarle la pelota a Milla, que rara vez concede ese tipo de errores a sus rivales. El ímpetu de Braithwaite habilitó a Joselu, que sorprendió a David Soria con un disparo espectacular casi desde el centro del campo.
El golazo de Joselu, el décimo que marca este curso en LaLiga Santander, tenía pinta de hundir al Getafe. Un tanto de ese calibre deprime a cualquier rival, pero el conjunto azulón respondió rápido, con otra diana espectacular, al minuto y medio, obra de Enes Ünal, que oposita a fichar por el Atlético de Madrid.
El turco firmó un trallazo espectacular desde la banda izquierda que entró por la escuadra contraria de la portería defendida por Álvaro Fernández.
Todos los esquemas, las ideas y cualquier guión se vinieron abajo con dos golpeos de alto voltaje. El Espanyol, que salió con cuatro caras nuevas respecto al choque que empató con el Girona (Aleix Vidal, Javi Puado, Vinícius Souza y César Montes), soñó durante poco más de un minuto con la idea de encerrarse atrás para defender el tanto de Joselu. Enfrente, el Getafe, casi con los mismos once que fueron derrotados en Sevilla, respiró aliviado gracias al empate de Ünal.
Con el resto de la primera parte en juego, el Getafe, con Milla al mando, tuvo más ganas de celebrar el segundo para marcharse con ventaja al descanso. Tuvo dos ocasiones claras, ambas salidas de la bota derecha de Milla, que lanzó un par de faltas envenenadas que Enes Ünal y Omar Alderete estuvieron a punto de aprovechar.
Algo no gustó a Quique Sánchez Flores, que en la reanudación saltó al terreno de juego con tres caras nuevas: Juan Iglesias, Munir El Haddadi y Gastón Álvarez sustituyeron a Damián Suárez, Carles Aleñá y Alderete.
Sólo el paraguayo, con molestias físicas, fue un cambio obligado. Tal vez, el técnico del Getafe buscaba más verticalidad y velocidad. No la consiguió, porque el Espanyol mantuvo el orden hasta sorprender de nuevo a su rival. El encargado de hacerlo fue Javi Puado, que no quiso perderse la cita con los golazos en el Coliseum y, a falta de media hora, se apuntó un gran tanto tras una jugada espectacular.
Entró por la zona izquierda del campo como una exhalación, dejó atrás a Ángel Algobia, hizo un túnel a Djené Dakonam dentro del área y picó la pelota por encima de Soria, que sólo pudo contemplar como ésta entraba dentro de su portería. Puado celebró su espectacular tanto y al Espanyol le tocaba tirar de oficio para aguantar el marcador.
Quique no tardó en apostar por su reciente adquisición, otro centrocampista creativo como Gonzalo Villar. Salió al campo casi a la vez que Munir se retiró lesionado. Entró Mikel Latasa y con toda su artillería sobre el verde el Getafe trató de empatar por todos los medios. No lo consiguió. Se atascó en su intento y perdió para acercarse al abismo del que sale el Espanyol, que triunfó en la tarde de los golazos.