Dinamo de Kiev, el orgullo de Ucrania quiere volver
El Dinamo de Kiev juega hoy contra el Barcelona en la Champions. Conoce al equipo ucraniano, cuál es su estrella, cuáles son sus fortalezas y cuáles las debilidades
Madrid | 20.10.2021 17:01
El Dinamo siempre fue el equipo más ucraniano de ucrania, y lo sigue siendo. Con un pasado glorioso, dos Recopas de Europa, estrellas como Blokhin, Belanov o Shevchenko y el honor de ser el equipo de la capital, y a pesar del dominio del Shakhtar en las últimas décadas, sigue siendo el equipo más popular de Ucrania y un ariete político y nacional muy importante. De hecho, la llegada de Mircea Lucescu al banquillo de Kiev hace dos años tenía un claro objetivo: reverdecer los viejos laureles y devolverle al equipo el cetro del fútbol nacional. De momento lo están logrando.
Estilo: repliegue y verticalidad
Lucescu es un técnico muy experimentado y que sabe adaptarse bien a las circunstancias. El Dinamo está obligado a dominar en el fútbol local, pero cuando sale a Europa sabe replegarse y cerrar los espacios; y siempre manteniendo un sistema fijo pero versátil. Un equipo de autor que ha logrado crear una defensa bastante sólida con una juventud insultante y un mediocampo que se despliega con peligro cuando encuentra la oportunidad, pero manteniendo la paciencia. Así rascó un empate ante el Benfica y pudo llevarse algo más.
Estrella: Shaparenko
Es el símbolo de la nueva generación que llega a la élite del fútbol ucraniano. Técnico, inteligente, trabajador y con una llegada que le hace brillar en momentos clave, Shaparenko es ya el líder del Dinamo de Kiev y de la selección. A sus 23 años encarna a la perfección todo lo que pide Lucescu de un jugador y le utiliza para dar estabilidad al equipo, pausa o aceleración según convenga. No durará mucho en el Dinamo.
Debilidad: el gol
No es que le falte calidad para llegar a puerta, pero el Dinamo sí carece de un killer de área. De hecho la del punta es la única posición que no tiene un dueño claro y los máximos goleadores del equipos son el extremo Tsigankov y el mediapunta Dobvik. Quizás sea el peaje de un equipo tan joven y tan coral cuya estrella es un centrocampista, pero esa carencia le convierten en uno de los equipos que aún no han marcado en la actual Liga de Campeones.