La gala del Balón de Oro se celebra este lunes en París y la polémica ha comenzado horas antes del evento. Ya desde por la mañana algunos medios apuntaban a que Rodri podría dar la sorpresa y levantarle el trofeo a Vinicius Junior, al que todo el mundo del fútbol daba por ganador desde hace semanas.
El lío ha saltado en torno a las 15:00 hora española, cuando se ha confirmado que el Real Madrid no viajaba a la gala y que toda la expedición del equipo blanco se quedaba en la capital de España. Además de Vinicius, están nominados Dani Carvajal, Jude Bellingham, Fede Valverde, Antonio Rudiger,Kylian Mbappé (por su temporada en el PSG) y el ya retirado Toni Kroos. Carlo Ancelotti también está nominado al premio a mejor entrenador del año.
Durante semanas, especialmente tras la Eurocopa, se habló mucho de que un jugador español como Carvajal o Rodri pudiera llevarse el trofeo. También sonó con fuerza Bellingham en el tramo final de la temporada pasada, pero su nombre se terminó diluyendo. Otros apuntaban a Kroos como favorito al galardón por el nivel mostrado en la última temporada de su carrera. Pero el nombre de Vinicius sobresalía entre todos ellos y le convertía en el gran favorito.
En la votación para el trofeo se valoraban tres criterios: rendimiento individual, logros colectivos y clase y fair play. Si atendemos a los dos primeros, pocos jugadores hay que hayan hecho más méritos que Vinicius durante la temporada pasada. El brasileño marcó 24 goles y dio once asistencias en 39 partidos con el Real Madrid y levantó tres títulos (Supercopa de España, Liga y Champions).
Pero si atendemos al tercer criterio, es posible que encontremos dónde ha pinchado el madridista. Sus actuaciones más allá del fútbol y su siempre cuestionado comportamiento dentro del campo pueden haber hecho que la balanza se haya terminado decantando en favor de Rodrigo Hernández, cuyos logros individuales y colectivos poco tienen que envidiar a los del brasileño.