El Celta toma aire a costa del colista Almería
El equipo vigués se aleja a seis puntos del descenso.
Un golazo de Óscar Mingueza en la segunda parte, cuando el Almería ya jugaba en inferioridad por la expulsión del mozambiqueño Bruno Langa, permitió al Celta sumar tres puntos vitales en su carrera por la permanencia, en un partido en el que su técnico Rafa Benítez se jugaba el puesto.
La visita del colista, único equipo que aún no ha ganado en LaLiga, obligó al Celta a sacar su versión más ofensiva. El equipo de Benítez dominó desde el inicio, aunque el fútbol solo lo generó cuando Mingueza y Luca de la Torre entraron en juego. Sin Iago Aspas, que cumplía ciclo de tarjetas amarillas, el equipo gallego carece de un futbolista creativo en ataque.
A Rafa Benítez no le funcionó la apuesta por Tasos Douvikas. El delantero griego no apareció en los primeros 45 minutos. Su mayor peligro está dentro del área rival y su equipo apenas la pisó. Pero en el añadido del primer tiempo, le bastó un centro lateral de Fran Beltrán para mostrar sus dotes de goleador. Una gran mano de Maximiano evitó el 1-0.
El Celta jugó con miedo, y eso que el Almería le entregó el balón. Sus acciones de peligro llegaron casi siempre en acciones a balón parado. Además de la de Douvikas, el central Carl Starfelt disfrutó de otra ocasión muy clara a los siete minutos. Su cabezazo se marchó pegado a un poste.
Incluso el gol anulado a Jonathan Bamba nació de un saque esquina. La genialidad de Mingueza y el posterior pase de primeras de Luca de la Torre al costamarfileño, que batió a Maximiano, quedaron anulados por un fuera de juego de Fran Beltrán a la salida del córner.
El Almería respiró. Y poco después enmudeció Balaídos con un potente disparo lejano del lateral mozambiqueño Bruno Langa que se estrelló en un poste. Ante la pasividad de los futbolistas celestes, él mismo recogió el rechace, pero su segundo remate también se marchó alto.
Nada cambió tras el paso por los vestuarios, salvo que el Almería había perdido a Luka Romero en la recta final del primer acto tras recibir una fortuita patada en la cara de su compañero Marc Pubill. El Celta continuó dominando, pero sin generar ocasiones claras, lo que forzó a Benítez a mover ficha: el argentino Tadeo Allende sustituyó a Douvikas, justo después de que el griego realizara una buena maniobra dentro del área visitante.
El panorama se aclaró mucho más para los gallegos con la expulsión de Bruno Langa, muy protestada por los visitantes. El árbitro le mostró la tarjeta roja directa por una dura entrada sobre Bamba, pero muy lejos del área. A partir de ahí, el Celta encerró a su rival en su campo. Y obtuvo su recompensa con un golazo de Mingueza, que colocó el balón pegado a un poste, imposible para Maximiano.
El Celta, a diferencia de lo que hizo en Cádiz, no se echó atrás. Y tuvo la sentencia tras un rápido contraataque conducido por Bamba, pero Larsen se topó con Maximiano en el minuto 77. Esa parada mantuvo la incertidumbre, aunque el Almería no asustó. Fue el portero portugués el que volvió a lucirse en el 89 con otra gran parada a Larsen.