COPA DEL REY

De Burgos, entre lágrimas, lamenta "la repercusión" de los vídeos de Real Madrid TV

Los árbitros elegidos para dirigir mañana la Final de la Copa del Rey entre Barcelona y Real Madrid, han utilizado la rueda de prensa previa al encuentro para reivindicar el arbitraje y defender su honradez. Gonzalez Fuertes, que estará en el VAR, advierte sobre las posibles consecuencias de los mensajes contra los colegiados.

EFE

Madrid |

De Burgos Bengoechea junto a Gonzalez Fuertes antes de la final de la Copa del Rey
De Burgos Bengoechea junto a Gonzalez Fuertes antes de la final de la Copa del Rey | EFE

El árbitro vasco Ricardo De Burgos Bengoechea, que dirigirá el sábado la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Real Madrid, lamentó este viernes entre lágrimas "la repercusión de los vídeos de Real Madrid Televisión" contra su estamento, ya que "los hijos de los compañeros oyen decir en el colegio que su padre es un ladrón".

Lágrimas antes de la final

Con los ojos arrasados en lágrimas, De Burgos admitió en la rueda de prensa previa a la final copera, en el Estadio La Cartuja de Sevilla, que "es jodido aguantar lo que tienen que aguantar muchos compañeros" señalados por el club madridista y que él mismo le ha "tenido que explicar" a su hijo que "su padre se puede equivocar, pero es una persona honrada".

“Cuando un niño llega al colegio y hay otros que le dicen que su padre es un ladrón es muy jodido. Intento educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, que es un deportista más. Cuando me vaya de aquí, del arbitraje, quiero que mi hijo esté orgulloso. No hay derecho a lo que estamos pasando, pero no solo entre los profesionales, que muchas familias dependen de esto, sobre todo en el fútbol base. Que cada uno haga una reflexión”, dijo.

El trencilla bilbaíno aprovechó esta rueda de prensa en el escenario de la final para enaltecer al presidente del Comité Técnico de Árbitros, Luis Medina Cantalejo, a quien calificó como su "padre arbitral" y con quien va "a ir a muerte, igual que toda la plantilla" de colegiados del fútbol profesional.

Preocupación por la responsabilidad

De Burgos reconoció que este Barcelona-Real Madrid "se encara con la preocupación de hacerlo bien para no defraudar a quienes te han designado" para dirigir "el partido más importante de la temporada".

"Es un privilegio estar en Sevilla, que es una ciudad preciosa y respira fútbol con dos aficiones increíbles", subrayó el árbitro vizcaíno, de 39 años.

Añadió que asume que en este Clásico copero "habrá polémica y jugadas interpretables" porque se trata de "una final entre dos grandes clubes", disputada por "equipos que juegan a gran velocidad y con jugadores muy técnicos, y eso dificulta juzgar las acciones dentro del área".

"Tiene todos los condicionantes para que sea un partido bonito, pero, a la vez, podrán aparecer situaciones complicadas para nosotros por el ritmo al que juegan estos equipos", recalcó De Burgos Bengoechea.