Los verdiblancos no querían confianzas ante su teórica superioridad sobre el rival en su estreno en esta Liga Europa, en la que el pasado curso alcanzaron los octavos, aunque el técnico chileno Manuel Pellegrini, quien ya había anunciado cambios, revolucionó su once con diez jugadores nuevos.
Con el regreso del central argentino Germán Pezzella y del medio luso William Carvalho, sólo repitió entre los titulares que saltaron al césped artificial del Bolt Arena de Helsinki el delantero Juanmi Jiménez, si bien a los 3 minutos se lastimó el tobillo izquierdo en una mala caída tras un salto y tuvo que ser sustituido por Rodri.
Un contratiempo inesperado para un Betis al que le costó adaptarse a la hierba artificial del campo del cuadro nórdico, que, inferior técnicamente a los sevillanos, salió con ímpetu para tratar de sorprender a un conjunto bético sin fluidez en su fútbol, algo nervioso y que pronto comprobó que su visita a Helsinki no iba a ser un paseo.
William Carvalho buscó el gol en una volea a la que respondió con un paradón Hazard, dando su despeje en un poste, en lo que fue la antesala del 0-1, obra de Willian José en el tiempo añadido al transformar un penalti por una falta de Boujellab sobre Carvalho señalado a instancias del VAR y después de que el árbitro viera la acción en la pantalla a pie de campo.
En la reanudación, el Betis jugó con la tranquilidad de ir por delante en el marcador ante un voluntarioso Helsinki, que quiso reponerse, pero sin demasiada claridad. Los verdiblancos controlaron bien el juego y ampliaron su ventaja poco antes del ecuador de esta mitad con el segundo de Willian José, en el 64.