El Barcelona quiere, pero no puede. Es el síntoma que deja el equipo azulgrana después del empate a cero ante un combativo Slavia de Praga. Y es que los checos se plantaron en el Camp Nou sin complejos: no les importó hacerse dueños del balón cuando tocaba, ni acercarse a la meta de Ter Stegen sin miedos.
Messi tuvo la mejor ocasión para los azulgranas en la primera mitad. En una de sus habituales jugadas, el argentino disparó al larguero para animar al Camp Nou, aunque el Barça se fue diluyendo con una sensación apática por momentos.
Y eso que se topó con un estelar Kolar. El portero del Slavia de Praga salvó a los visitantes con paradas de auténtico mérito, y solo vio cómo el esférico se colaba en su puerta para ser posteriormente anulado por fuera de juego. El colegiado también anuló otro tanto del Slavia.
Finalmente, el Camp Nou asistió a un arreón culé que no sirvió para pasar del empate a cero. El Barça se queda con ocho puntos, cuatro más que Dortmund e Inter (que juegan entre ellos), y con seis puntos aún por disputar.