El jugador, con contrato con el Atlético hasta 2018, ha jugado la última temporada y media en el conjunto rojiblanco y es la primera y la única baja en este mercado de invierno de la entidad madrileña.
Siqueira llegó en el verano de 2014 desde el Granada como recambio para su compatriota y amigo Filipe Luis, vendido ese mismo verano al Chelsea, pero no ha cumplido con las expectativas en el club, en un curso y medio con altibajos; en el primero alternó la titularidad y la suplencia y últimamente la grada con el banquillo.
De principio, en sus primeros meses como rojiblanco, formó parte del once tipo del argentino Diego Simeone, pero su protagonismo decayó en la alineación mientras crecía el rendimiento de Cristian Ansaldi hasta que una lesión de éste reabrió la titularidad para Siqueira, aunque también volvió al banquillo en varias ocasiones.
El lateral brasileño terminó la temporada con 37 partidos jugados, 35 como titular, un gol, dos asistencias y siete duelos fuera de la convocatoria por decisión técnica. De los últimos catorce encuentros oficiales de aquella campaña, no fue utilizado por Simeone en siete, aunque los cuatro finales formó en el once.
Después de un verano en el que su salida fue casi un hecho en un par de ocasiones, primero con el Juventus como pretendiente y con casi todo cerrado y después con el Benfica como club interesado, ninguna de las dos opciones fructificó definitivamente, con su consecuente continuidad en el Atlético hasta este mes de enero.
El lateral izquierdo ya era de Filipe Luis, a su vuelta desde el Chelsea, con lo que el protagonismo de Siqueira bajó aún más en el primer tramo de esta campaña, con siete partidos jugados de los 34 posibles, el último el pasado 6 de enero en octavos de final de la Copa del Rey contra el Rayo. Tres semanas después, sale al Valencia.