Un gol de Raúl García mediada la segunda parte permitió al Athletic Club llevarse los tres puntos de Balaídos, donde encadena 13 años sin perder, y continuar escalando puestos en la clasificación, a costa de un Celta de Vigo que no pudo despedir el año con un triunfo.
Si alguien tenía dudas del compromiso de Augusto Fernández con el Celta esas se disiparon en cuanto Berizzo dio a conocer su once. El argentino, pese a que su salida al Atlético de Madrid es inminente, quiso ofrecer un último servicio al equipo vigués. Jugó con la intensidad que le caracteriza, sin temor a que una lesión frenara su fichaje por el equipo madrileño. Balaídos se lo agradeció cuando fue sustituido a falta de poco más de diez minutos.
El Celta se encontró con un Athletic intenso en la presión y muy bien plantado sobre el césped. Fue un rival muy incómodo para un equipo, el de Berizzo, que vive de tener el balón. La exigencia fue máxima. Ninguno logró adueñarse del balón, pese a que, por momentos, los locales mostraron el fútbol que les caracteriza.
En los primeros 45 minutos sólo hubo dos tiros entre los tres palos, uno para cada equipo y ninguno con excesivo peligro. Merino probó a Sergio en el minuto 17 con un tiro cruzado; Jonny a Iraizoz en el 34 con un disparo desde la frontal. Disfrutó de otra ocasión en el primer tiempo el Celta, pero el cabezazo del internacional chileno Fabián Orellana fue tan malo que el portero vasco, bien colocado, ni se inquietó. El tremendo desgaste físico realizado en el primer acto pareció pasarle factura al equipo gallego, que cedió el control ante el empuje del Athletic.
En apenas cinco minutos los bilbaínos disfrutaron de dos claras ocasiones, primero con un potente disparo de Raúl García que se estrelló en el larguero y después con un remate, forzado, de Aduriz que despejó, con dificultades, Sergio. Intentó reaccionar el Celta como mejor sabe, teniendo el balón, pero por momentos se partió en dos, lo que facilitó que su rival explotase la velocidad de sus atacantes para armar rápidos contraataques, como el que generó la jugada del gol de Raúl García, quien, tras una gran asistencia de Aduriz, definió con mucha calidad en el mano a mano.
El 0-1 desmelenó al Celta, que se lanzó a por el empate, el cual pudo obtener si Wass y Guidetti, que acababa de entrar en el campo, acertaran a materializar las ocasiones que tuvieron en la recta final del choque.