España sueña con volver a superarse en los Juegos Paralímpicos de París
París se prepara para ser el epicentro del deporte paralímpico con el inicio de los Juegos Paralímpicos, donde el equipo español buscará brillar y mantenerse entre la élite mundial.
El deporte para personas con discapacidad acaparará toda la atención entre este miércoles, 28 de agosto, y el 8 de septiembre con la celebración de la 16ª edición de los Juegos Paralímpicos en París, una ciudad donde el equipo español quiere volver a superarse y codearse con los mejores países del mundo.
La capital francesa vuelve a ser el epicentro de la actividad deportiva 17 días después de que se apagara la llama olímpica, y ahora encenderá una nueva. Entonces albergó por tercera ocasión en su historia los Juegos Olímpicos, mientras que ahora, en cambio, se estrenará acogiendo los Juegos Paralímpicos, un evento que espera mostrar toda la fortaleza y el crecimiento del Movimiento Paralímpico en la actualidad.
Un total de 168 delegaciones, 167 países y el Equipo de Refugiados marcarán una cifra récord en la historia del paralimpismo, cuatro más que hace tres años en Tokio y 33 más que hace dos décadas en Atenas. Además, 165 países o territorios retransmitirán el evento, una prueba evidente de la buena salud y del interés cada vez mayor que suscita el deporte paralímpico y para personas con discapacidad.
Cerca de 4.400 deportistas, con récord de participación femenina (1.983), se repartirán por la geografía parisina y, como ya sucediera hace unas semanas, competirán en lugares emblemáticos e icónicos como la Torre Eiffel, el Grand Palais, Versalles o Roland Garros, en busca de alcanzar la gloria paralímpica en algunos de los 22 deportes, donde no hay novedades respecto a Tokio 2020.
Sin embargo, la mayor y mejor noticia es que, ocho años después de Río 2016, y seis contando los Juegos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur), sus protagonistas podrán volver a sentir el siempre vital aliento del público. Más de dos millones de entradas vendidas parecen asegurar, además del éxito, ese plus a la hora de pelear por las medallas que no se pudo tener en la capital japonesa por culpa de la pandemia.
Allí, tras un ciclo más largo por el aplazamiento y pese a las duras restricciones sufridas, el deporte paralímpico español fue capaz de brillar y superar los resultados conseguidos en 2016. Los deportistas nacionales se marcharon de Tokio con 36 medallas (9 de oro, 15 de plata y 12 de bronce), cinco más que en Río de Janeiro. Una ligera subida que compensó la paulatina bajada sufrida en el medallero desde 2004 y que mantuvo a España en el 'Top 15' de un medallero cada vez más competido por la aparición de nuevos países y una mayor profesionalización.
La natación, gran baza
Ahora, los 150 deportistas españoles, 53 mujeres y 97 hombres, que forman el equipo, once de ellos de apoyo, ansían seguir codeándose con los mejores y defender su actual posición en el deporte paralímpico. Lo harán apoyándose, sobre todo, en la 'locomotora' que es la natación, el deporte en el que son más potentes y que les nutre de más metales, con 14 en la pasada edición.
Ahí, el equipo cuenta con figuras reconocidas como la laureada Teresa Perales, que ha bajado de la clase S5 a la S2, ya que solo puede nadar con un brazo, y que busca en sus séptimos Juegos aumentar su medallero personal de 27 metales; Marta Fernández, gran protagonista en Tokio 2020 con sus tres preseas, la que más consiguió de toda la delegación; Sarai Gascón, Nuria Marquès, Toni Ponce, Íñigo Llopis y la joven de 16 años Anastasiya Dmitriv.
La piscina será protagonista y buscará la 'ayuda' de otros deportes como el atletismo, que acude con campeones paralímpicos como Adiaratou Iglesias y Kim López; el ciclismo, que se apoya en el gran momento de forma de Ricardo Ten y en los dos oros en Tokio de Alfonso Cabello y Sergio Garrote; o un triatlón que se puso el listón muy alto en la capital japonesa y que añade 'armas' nuevas como Dani Molina, Andrea Miguélez o Marta Francés a la conocida Susana Rodríguez.
El judo, el tenis de mesa y el tiro fueron los otros tres deportes que aportaron al medallero hace tres años y se espera que repitan en esta ocasión, en una cita donde puede haber opciones en el piragüismo, el tenis en silla o el taekwondo. La única representación por equipos será la de las dos selecciones de baloncesto, con la masculina de nuevo reforzada para aspirar a meterse en la pelea por las medallas y acompañar a la histórica plata de 2016, y la femenina en paulatino crecimiento competitivo tras ser bronce continental en los dos últimos Europeos.
España solo faltará en París 2024 en el voleibol sentado, el fútbol-5 para ciegos, el rugby en silla, el bádminton, el goalball y la hípica, mientras que volverá a tener representación, 12 años después, en la esgrima en silla con Judith Rodríguez y en la boccia, ausente en Tokio.
Un equipo en el que José Manuel Ruiz hará historia como el primer deportista español con discapacidad en disputar ocho Juegos y en el que la judoca Marta Arce, triple medallista paralímpica, y el jugador de tenis de mesa Álvaro Valera, que tiene seis metales paralímpicos, abanderarán desde este miércoles sus sueños en la Ceremonia de Inauguración.
Esta será tan novedosa como la del pasado 26 de julio en los Juegos Olímpicos, aunque no discurrirá por el río Sena, sino que los deportistas desfilarán por los Campos Elíseos y acabarán en la icónica y simbólica Plaza de la Concordia ante miles de espectadores.
"Aunque la apertura de los Juegos Paralímpicos de París 2024 será la primera de este tipo, su concepto monumental y popular es, para mí, ante todo, una magnífica fuente de inspiración. Será un espectáculo que mostrará a los atletas paralímpicos y los valores que ellos representan, y que unirá a espectadores y telespectadores de todo el mundo en torno al espíritu único de los Juegos Paralímpicos", advierte Thomas Jolly, Director Artístico de las Ceremonias de París 2024.
Marta Arce y Álvaro Valera abanderarán a España en la apertura de los Juegos Paralímpicos de París.
La judoca Marta Arce y el jugador de tenis de mesa Álvaro Valera, ambos varias veces medallistas paralímpicos, serán los abanderados de la delegación española este miércoles en la Ceremonia de Inauguración de los Juegos de París 2024, relevando en este papel a la nadadora tinerfeña Michelle Alonso y al ciclista valenciano Ricardo Ten, quienes portaron la bandera en Tokio 2020.
Marta Arce es una de las judocas más laureadas de la historia y afrontará en la capital francesa su quinta cita paralímpica, después de haber competido en Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Tokio 2020. En esta última edición, volvió a competir tras haberse retirado tras la cita de la capital inglesa, y cuenta con tres medallas en su palmarés.
La deportista vallisoletana, de 47 años, ganó la medalla de plata en la capital griega en la categoría de -57 kilos, y repitió el mismo premio, pero en -63, en Pekín. En Londres, obtuvo el bronce en -63. Arce, que tiene una discapacidad visual derivada de su albinismo, dejó de competir para ser madre y no estuvo en Río 2016, pero decidió regresar en Tokio, ya con tres hijos, donde terminó en quinta posición. Aunque su intención era retirarse después de ese ciclo, finalmente se mantuvo en el 'tatami' para clasificarse para París.
"Son un montón de emociones; la verdad, es algo un 'poquito' inesperado, pero me hace una ilusión tremenda y le pone un 'puntito' más a estos Juegos de emoción, ilusión y motivación", celebró Marta Arce el día que conoció su nominación como abanderada.
Dos Juegos más, siete en total, tiene en su palmarés otro veterano y una de las principales referencias del deporte paralímpico nacional, como es el andaluz Álvaro Valera, jugador de tenis de mesa con discapacidad física y que posee un impresionante palmarés en su deporte.
Valera fue campeona en su debut en Sídney 2000, en la clase S8 y con solo 17 años. Posteriormente, fue bronce en Pekín, en la clase S7, y plata en Londres y Río, ya en la clase S6. Además, a nivel de equipos, obtuvo junto a Jordi Morales una plata en 2012 y un bronce en Tokio 2020.
Número uno del ranking durante muchos años y múltiple medallista en Mundiales y Europeos, el andaluz sufre una polineuropatía que afecta a sus extremidades, motivo por el cual ha ido bajando de clase, pero sin perder un ápice de su capacidad competitiva.
"Representar algo tan grande y tan poderoso como el Equipo Paralímpico Español, que somos mucho más que deporte, que representamos unos valores muy poderosos, que somos superación, tenacidad, fortaleza y la prueba de que lo imposible muchas veces se convierte en posible, es todo un orgullo y me llena de ilusión y alegría", expresó Valera el día que fue elegido abanderado.