La llegada del Real Madrid a Madrid tras su derrota en el Clásico ante el Barcelona, tuvo un triste capítulo en la ciudad deportiva de Valdebebas, donde los futbolistas tenían sus coches, con un incidente con aficionados que increparon a Gareth Bale y Jesé, antes de llevarse la reprimenda de Sergio Ramos. No superaban la decena el número de aficionados que de madrugada esperaban a ver la salida de los jugadores del Real Madrid en sus coches dirección a su domicilio.
La tensión llegó cuando dos de esos aficionados increparon con malas formas e insultos al galés Gareth Bale y Jesé Rodríguez, como captaron las cámaras de La Sexta. Tras golpear sus coches, los graves insultos provocaron que Jesé parase e incluso bajase la ventanilla para escuchar acusaciones de falta de entrega y salir menos de noche. El canterano del Real Madrid pensó su reacción y acabó marchándose.
El siguiente coche en salir era el del capitán Sergio Ramos, que tras pitar para que pusiesen fin al incidente, paró e increpó las formas a los aficionados madridistas. "¿Cuál es el problema?, ¿tú crees que esa es la actitud?", preguntó el capitán blanco. "El equipo ha dado la cara, cuando perdemos lo hacemos todos igual que cuando ganamos. Hay que estar a las malas también", recriminó antes de marcharse del lugar del suceso donde la presencia de un miembro de seguridad no impidió los incidentes.
Luka Modric, ya en el día después y con la resaca del Clásico, también se mostró crítico con el incidente. "Muy mal la reacción de los fans con Bale!. Tenemos que creer! El Real Madrid somos todos!", escribió Modric en su cuenta oficial de Twitter donde colgó una imagen junto a su amigo con el Mundial de Clubes conquistado esta misma temporada. Modric retuiteó mensajes de ánimo de varios aficionados que elogiaban su nivel tras regresar de una grave lesión y pidió fe al madridismo: "Sigan creyendo! Nos levantaremos. Somos Real Madrid!", escribió.