"Pienso que la táctica que utilicé en la subida a los Lagos de Covadonga fue errónea. Analizando la subida, creo que debí de ser más cauto. A veces, soy demasiado impulsivo y ayer me moví, cuando lo más inteligente habría sido seguir a rueda", manifestó en rueda de prensa en el hotel Abba Playa Gijón en la primera jornada de descanso de la ronda española.
Alberto Contador, quinto en la general, a casi tres minutos (2:54) de Quintana, cree que aunque lo intenta, sus "opciones de victoria son muy pocas".
"Estoy a tres minutos de Nairo, que está muy fuerte y tiene un equipo potente. Si continúo en la Vuelta no es por seguir en carrera, es para intentar dar lo mejor de mí", aseguró el de Pinto.
En ese sentido, dijo que va a analizar lo que resta del recorrido para ver dónde tiene posibilidades de recortar tiempo a los corredores que le precenden, Chaves, Froome y Valverde al margen del líder Quintana.
"Voy a ver el libro de ruta con tranquilidad y ver qué podemos hacer. El factor sorpresa en esta Vuelta es difícil, ya que no hay muchas opciones y también tenemos que contar cómo van las piernas", manifestó.
Uso del potenciómetro
Acerca del debate sobre el uso del potenciómetro en carrera, habitual en el británico Chris Froome, Contador señaló que no condicionará el estilo del madrileño. "Pienso que los potenciómetros restan espectáculo a las carreras, hacen que todo esté más controlado, pero cada uno corre de la manera que mejor le va", aclaró.
Asimismo, sobre su petición a la UCI de que la norma de los 3 kilómetros cambie y se aplique a todos los ciclistas independientemente de si ase ha producido una caída, el líder del Tinkoff declaró que "está claro" que no les gusta "pelear" con los velocistas en las llegadas masivas.
"Un corredor que esté disputando una carrera se puede ir a casa por culpa de una situación así. No quiero ser el abanderado de cambiar esta norma, pero había que planteársela", apuntó el líder el próximo 2017 del Trek, que consideró que "no hubiera sido una buena idea abandonar este año".