Los Chicago Bulls derrotaron sin contemplaciones a Los Angeles Lakers por 91-114 en un duelo protagonizado por el primer enfrentamiento entre Pau Gasol y Kobe Bryant desde que el de Sant Boi abandonara la disciplina angelina en el verano de 2014. El español acabó el partido con 21 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias, mientras que Jimmy Butler aportó 26 tantos y 10 asistencias. Es la tercera vez en 13 partidos que Butler iguala su récord de asistencias. Bryant registró 10 puntos y 4 rebotes en 25 minutos.
Bryant y Gasol se midieron por última vez en partido oficial en la final olímpica de Londres 2012. En la NBA no se enfrentaban desde enero de 2008, ya que el escolta de los Lakers se perdió por lesión los duelos entre ambos equipos de la pasada temporada.
El Staples Center recibió al número 16 con una enorme ovación durante la presentación de los Bulls. Gasol respondió al público con gesto de emoción y se fundió poco después en un precioso abrazo con Bryant desde el centro de la pista justo antes del salto inicial. El de Sant Boi salió a la cancha extremadamente motivado por su regreso a Los Ángeles y su exclusión como reserva en el Partido de las Estrellas de la NBA.Prueba de ello fue su primera canasta, en la que dejó clavado al número 24 con un juego de pies de fantasía y anotando en semigancho.
Fueron unos primeros minutos de oro que sembraron el terreno para el vendaval ofensivo de los Bulls (12-30), lanzados por las múltiples pérdidas de balón de su rival y con un Jimmy Butler estratosférico, sin duda celebrando su primera participación en el All Star. Entre las diabólicas penetraciones de Derrick Rose y los triples de Doug McDermott y Aaron Brooks los Bulls consiguieron un colchón de 21 puntos al inicio del segundo periodo (18-39) que amenazaba con romper el duelo.
La entrega de Jordan Clarkson y el acierto exterior de Nick Young hicieron pensar en una posible reacción (35-47), pero el regreso a pista de los titulares visitantes puso de nuevo las cosas antes del descanso (37-56 tras el alley-oop ya clásico de Gasol para Butler). Los Lakers se fueron a los vestuarios con un 37,8% de acierto en el tiro y poco o nada cambió en la segunda parte, incapaces de frenar al trío Rose-Butler-Gasol (51-72, 60-83) y hundidos ante la calidad de una plantilla que rendía al máximo de sus posibilidades sin Joakim Noah, Nikola Mirotic ni Tony Snell.
En el tramo final el conjunto de Byron Scott trató de apretar por última vez (77-90), aunque el combustible les duró hasta el regreso de Butler al parqué (81-105).