ventaja española de 13 puntos (36-23) y sin que Gasol jugase ni un sólo minuto.
En la segunda parte España salió más acertada y rompió definitivamente el partido alcanzando una ventaja de 17 puntos (44-27) y con alguna jugada como la que protagonizó todo el equipo y que finalizó con un triple de Rudy Fernández que levantó una gran ovación del abarrotado pabellón.
Los inicios de cuarto fueron claramente para los españoles pero los finales fueron belgas y España, tras tener una ventaja de 17 puntos, permitió otra vez la remontada rival que se puso a 7 (56-49) tras un triple con falta adicional de Mukubu al que respondió Llull sobre la bocina con otro triple (59-49) lo que no impedía la victoria belga en el cuarto (23-26).
La igualdad se mantuvo en los primeros minutos del último cuarto en los que Felipe Reyes volvió a protagonizar una jugada de garra al robar un balón e irse en contraataque para machar el aro rival, pero a cada canasta española respondía Bélgica y la diferencia oscilaba en torno a los 10 puntos.
A Scariolo no le estaba gustando lo que veía en la cancha y, a falta de cinco minutos y con 65-56 en el marcador, pidió un tiempo muerto que nada cambió y Bélgica se puso a cuatro puntos (65-61) a falta de dos minutos y medio.
Claro que seguramente si España se jugase algo en este partido el final no lo estaría jugando un equipo formado por Vives, San Emeterio, Sergio Rodríguez, Aguilar y Claver, y Pau Gasol hubiera estado en cancha muchos más minutos de los que estuvo porque solo jugó el primer cuarto.
Al final la victoria española fue por tres puntos (67-64) tras demostrar que aún quedan muchas cosas por ajustar tanto en defensa como en ataque y que ante rivales de más nivel el juego mostrado hoy no servirá para ganar.