El extraordinario acierto exterior de Los Angeles Clippers sepultó (120-93) el esfuerzo de unos Chicago Bulls que no supieron aprovechar las dos jornadas de descanso en la ciudad californiana desde su duelo del pasado jueves contra los Lakers.
Los californianos acabaron con 17/32 desde la línea de tres, un 53,1 por ciento de acierto. Desde la baja de Blake Griffin acumulan una marca de 15 victorias y 3 derrotas.
Jamal Crawford lideró a los locales con 26 puntos, mientras que Chris Paul dio una exhibición de liderazgo con 19 tantos y 7 asistencias. DeAndre Jordan sumó 17 puntos, 20 rebotes y 4 tapones.
En Chicago destacaron Jimmy Butler con 23 puntos y Pau Gasol, que no disputó un solo minuto en el último periodo, con 15 tantos, 14 rebotes y 5 asistencias. El banquillo local anotó 55 puntos, por 18 de los visitantes.
El choque entre dos de las mayores potencias de la NBA no decepcionó. Jordan comenzó imparable recogiendo 12 rebotes en el primer cuarto e igualando así la mejor marca de su carrera en un solo periodo.
Esa tranquilidad bajo los aros permitió a los Clippers desplegar su juego con confianza, y con Paul y Wesley Johnson como artilleros replicaron sin cesar las canastas de Butler y Derrick Rose, muy sueltos en todo momento.
Ambos equipos hicieron gala de una excelsa circulación de balón, aunque fue el banquillo de los californianos el que aportó la energía extra para llevar la iniciativa durante la primera parte, especialmente un inspirado Crawford, autor de 12 puntos en 11 minutos desde el banquillo (43-35).
J.J. Redick sacó el fusil a pasear en el tercer periodo (61-54, 77-66) y puso a los de Doc Rivers en la senda adecuada a pesar de las penetraciones imposibles de Rose, la clarividencia en ataque de Gasol -que protagonizó un interesante duelo de titanes con Jordan- y los intentos por desquiciar al pívot local mandándolo adrede a la línea de tiros libres.
Una suspensión sobre la bocina obra de Crawford mantuvo los 11 de ventaja para entrar en el último cuarto, que comenzó con un recital absoluto del exjugador de los Bulls para lanzar definitivamente a los suyos (95-77).
Y aunque Chicago, con Gasol en el banquillo durante todo el cuarto, recortó algo la diferencia mediante el esfuerzo de Rose (98-86, 102-90), la sensación fue de total dominio por parte del rival, algo que debió percibir también el técnico de los Bulls, Fred Hoiberg, que sacó a Cameron Bairstow a pista por primera vez en el partido con más de tres minutos por jugar.