El abogado valenciano Vicente Martínez, afectado por una osteogénesis imperfecta, más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal, se ha propuesto cruzar a nado el Canal de Santa Catalina en California (EEUU) para visibilizar y concienciar sobre esta dolencia rara que le afecta desde que nació.
Martínez, que necesitará un mínimo de un año para prepararse físicamente para la prueba, ha asegurado que se enfrenta a uno de los retos "más importantes" de su vida, y que se siente en la obligación de dar a conocer esta enfermedad, que también afecta a sus hijos, porque "es necesario recaudar fondos en beneficio de la investigación".
El reto ha sido presentado por Martínez junto al decano del Colegio, Rafael Bonmatí, y Julia Piniella, gerente de la Fundación Ahuce, que trabaja por las personas con osteogénesis imperfecta, según un comunicado del Colegio de Abogados de Valencia (ICAV), del que es miembro.
Una de las pruebas más duras
Según se ha puesto de manifiesto, el Canal de Santa Catalina, que une la isla de Santa Catalina con el continente americano, está considerado uno de los más duros del mundo para cruzarlo a nado por sus peculiares características.
Es un trayecto con un total de 21 millas náuticas (40 kilómetros) y donde la temperatura del agua oscila entre los 14 y los 15 grados, un reto para el que deberá entrenar duro y prepararse durante al menos un año.
Vicente Martínez ya cruzó en 2014 el Canal de la Mancha y en 2015 dio la vuelta a Manhattan a nado y si logra cruzar el Canal de Santa Catalina completará la conocida como "Triple Corona" de natación en aguas abiertas, el título honorífico que reconoce a los nadadores de esta modalidad que logran estos tres hitos.
El primero que lo conseguiría
El abogado valenciano será, además, la primera persona afectada por la enfermedad de los huesos de cristal que lo consigue en todo el mundo. "Ya estoy trabajando con un entrenador del Club de Natación de Alzira. Nado todos los días y acudo al gimnasio dos veces por semana", ha explicado el letrado valenciano.
La osteogénesis imperfecta, que en España afecta a menos de 3.000 personas, es una enfermedad congénita que debilita los huesos y hace que se rompan con facilidad sin ninguna causa aparente. También puede causar otros problemas como músculos débiles, dientes quebradizos y sordera.