UN AÑO DEL ESTADO DE ALARMA

La tecnología que nos unió en el aislamiento

Se cumple un año desde que se decretó el estado de alarma en España. Un año en el que nuestras vidas cambiaron para siempre. Ante esta situación, la única solución que teníamos era adaptarnos. La tecnología fue clave para ello. Pudimos teletrabajar, ir a clase de manera virtual y, a pesar de la barrera que nos puso el confinamiento, conseguimos mantenernos más unidos que nunca. Pero, ¿ha llegado la tecnología a todos los rincones de España?

Inés Romero Caro

Madrid | 16.03.2021 18:50

La tecnología que nos unió en el aislamiento | Getty Images

Se cumple un año de una fecha que casi 47 millones de españoles no podrán olvidar nunca. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró el estado de alarma en todo el país. Un hecho que ya forma parte de la historia y que cambió para siempre la vida de todos los ciudadanos.

La sociedad tuvo que aceptar esta realidad. Una pandemia mundial iba a transformar por completo el presente y, para afrontarlo, solo había una única respuesta: adaptarse. Los trabajadores tuvieron que hacer frente al teletrabajo, los estudiantes comenzaron a recibir la docencia de manera telemática, las relaciones sociales con familiares o amigos se mantenían mediante plataformas virtuales e, incluso, fueron muchos lo que empezaron a hacer deporte a través de una pantalla.

La Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares (2020) realizada por el Instituto Nacional de Estadística el 16 de noviembre de 2020 refleja que en los últimos tres meses desde la fecha de publicación del informe, las personas entre 16 y 74 años han recurrido a Internet para realizar tres actividades concretas: servicios de mensajería instantánea, como WhatsApp; buscar información sobre bienes y servicios; y telefonear o realizar videollamadas.

Datos: Instituto Nacional de Estadística | Elaboración propia

Si algo ha puesto en evidencia la pandemia es que separarse de la tecnología e Internet se ha vuelto imposible. Covid-19 y transformación digital han ido de la mano. En España, el 93,2% de la población de entre 16 y 74 años ha utilizado Internet en 2020, según el estudio del Instituto Nacional de Estadística. Una cifra que se ha incrementado 2,5 puntos respecto al 2019. Esto supone que casi un 33% de usuarios han hecho uso de las herramientas digitales.

La tecnología, salvavidas psicológico durante el confinamiento

La encuesta del INE indica que el 99,9% de personas entre 16 y 24 años, el grupo de edad con el porcentaje más alto, han usado Internet en 2020.

Datos: Instituto Nacional de Estadística | Elaboración propia

En cuanto a las redes sociales, 4.200 millones de personas en todo el mundo las utilizan, de los que 43 millones de usuarios son de España. Una cifra que ha aumentado un 13% en el último año, según el informe 'Digital 2021'.

Para Marcos Bernat y Raquel Hernández la tecnología ha supuesto un salvavidas psicológico durante el confinamiento.

Raquel Hernández, una estudiante de Veterinaria de la Universidad de Murcia de 22 años, cuenta que para ella Internet fue algo positivo, ya que no pudo pasar la cuarentena con su familia: "Gracias a WhatsApp y a otras aplicaciones para hacer videollamadas pudimos estar en contacto y saber cómo estábamos".

Para Marcos Bernat, que pasó los meses de confinamiento preparando su Trabajo de Fin de Grado (TFG) con el que consiguió graduarse en Periodismo, asegura que la situación sin tecnología e Internet habría sido "mucho más difícil". Sin embargo, sostiene que esta "dependencia" puede conllevar "efectos negativos".

La psicóloga Carina Zammit explica los aspectos positivos de las redes sociales en una situación de pandemia: "Nos ayudan a desconectar y a mantenernos en contacto con nuestros seres queridos, algo imprescindible para promover un buen estado de salud, evitar el aislamiento social y mantenernos unidos".

Datos: Informe 'Digital 2021' | Elaboración propia

Aunque Zammit recuerda que este uso "debe ser limitado", dejando espacio a las actividades en familia o al ejercicio físico.

El teletrabajo, clave durante el confinamiento para mantener la actividad

España finalizó 2020 como el año con el mayor aumento anual de paro desde hace más de una década, rompiendo así con la tendencia de siete años consecutivos de descenso de desempleados.

Casi 4 millones de personas se encontraban en paro al finalizar el año 2020, mientras que en 2019 menos de 3,2 millones de ciudadanos estaban en situación de desempleo, según los datos presentados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Para aquellos que tuvieron más suerte y no perdieron su empleo, el teletrabajo se convirtió en la fórmula clave. El 48,8% de los establecimientos optó el teletrabajo durante el confinamiento para mantener la actividad de sus negocios, según el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) Módulo de Opinión sobre el Impacto de la Covid-19 elaborado por el INE.

Además, dicho estudio señala que se incrementó un 15,1% el nivel de digitalización y se introdujo en un 16,4% el comercio electrónico.

Por lo tanto, la cuestión es: ¿es posible que el teletrabajo nos haya salvado de unos datos de desempleo aún más catastróficos?

Enrique Dans, profesor de Innovación y Tecnología en IE Business School, explica que la tecnología ha contribuido enormemente a que muchos empleos se hayan mantenido. "Las videoconferencias son una herramienta que ya existían desde hace tiempo, pero ahora han llegado interfaces que han facilitado su uso", indica.

Dans afirma que la Covid-19 "lo que ha hecho ha sido demostrar que había que hacer ya este cambio hacia lo digital".

Por otro lado, a pesar de la pérdida de trabajos durante el 2020, el profesor de Innovación y Tecnología piensa que no solo ha sido un efecto de la pandemia y el teletrabajo: "Las tecnologías de automatización también se están cargando el trabajo, donde el ser humano es sustituido por máquinas".

La Covid-19 y la tecnología, ¿la oportunidad o la tumba de la España vaciada?

La pandemia de Covid-19 ha provocado que muchas personas decidiesen abandonar las grandes ciudades para ir a zonas rurales. Los mismos pueblos y localidades que llevan años condenados a caer en el olvido.

Son muchas las ventajas que ofrecen estos lugares. Tranquilidad, aire libre y una reducción de la población que permite estar mucho menos expuesto al virus. Además, con el teletrabajo ya no existe ningún inconveniente a vivir alejado de los grandes núcleos urbanos o, por lo menos, debería ser así.

La brecha digital está muy presente en el país y es uno de los principales motivos de que queden zonas despobladas. El Comité Económico y Social de la Comunitat Valenciana (CES-CV) ha elaborado el Informe sobre el Medio Rural, donde insiste en que la conectividad es un elemento básico para hacer posibles nuevos modelos de prestación de servicios, facilitar las iniciativas empresariales y el teletrabajo, y para llevar a cabo las nuevas actividades de formación, ocio y acceso a la cultura. "Es crucial contar con una conexión de banda ancha de calidad y esta debería ser una prioridad política de primer orden", sentencia el CES-CV.

En el 91,4% de los hogares de España hay conexión a Internet, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnología de Información y Comunicación en los Hogares del INE. No obstante, este acceso a Internet decrece en los municipios con menos de 10.000 habitantes. Tan solo el 86,8% de hogares permanecen conectados.

Mario Sánchez, alcalde de Requena, una localidad de la provincia de Valencia que cuenta con más de 25 aldeas, donde en muchas de ellas apenas viven más de 3 personas, sostiene que uno de los principales motivos por los que la gente tiende a abandonar las zonas rurales es la falta de Internet: "Hay que mejorar un servicio tan básico como este".

Por lo tanto, lo que podría haber sido una gran oportunidad para volver a llenar de vida las zonas rurales de la España vaciada, ha acabado siendo su tumba.

La llegada de la Covid-19 ha provocado un giro radical en la vida de las personas. Han cambiado los modelos de trabajo, la forma de ir a clase e, incluso, de sociabilizar. La pandemia ha llegado para mostrar una nueva realidad, en la que las personas están más conectadas que nunca.