Coronavirus

El Covid sacude Rumanía: No hay camas UCI y solo tienen un 28 por ciento de pauta completa

Los expertos achacan a una mala estrategia del Gobierno la desconfianza de los rumanos en la vacuna que en una gran parte han rechazado su administración

ondacero.es

Madrid | 05.10.2021 21:08

Protestas contra las restricciones en Bucarest, Rumanía | EFE

Rumanía ha reportado que se ha quedado sin plazas disponibles en las Unidades de Cuidados Intensivos designadas para pacientes que padecen el coronavirus, a medida que los casos alcanzan un nuevo récord diario. Es el segundo país menos vacunado de la Unión Europea (Tras Bulgaria) y este martes rebosaba las UCI con 1.480 pacientes.. También ha informado de más de 15.000 casos diarios y de 250 muertes. Además ha suspendido todas las cirugías y procedimientos médicos no esenciales. Unas 130 camas de UCI todavía están reservadas para casos de coronavirus potencialmente graves.

Ahora mismo las dosis administradas son 10,3 millones de los cuales 5,42 millones lo están con pauta completa. Eso supone un 28,1 por ciento de la población con pauta completa. Los expertos señalan la desconfianza general de los rumanos ante el fármaco y el escepticismo de los políticos. "Sobre todo en las zonas rurales, donde las supersticiones y las recetas tradicionales tienen más éxito que la medicina moderna, los rumanos son difíciles de convencer en cuestiones médicas", ha explicado a Efe el experto Niels Schnecker.

Desconfianza de los ciudadanos

Muchos ciudadanos rumanos han relacionado episodios de problemas cardiovasculares o infartos con la administración de la vacuna. Otros simplemente creen que no existe el virus.

"Los principales comunicadores en la campaña de vacunación han sido los políticos, que en Rumanía son la categoría en que menos confía la población", explican los expertos y añade que un sector de la política ha hecho daño a la campaña: "Quienes se oponen a la vacunación han contado con figuras de fuera de la política a la hora de divulgar su mensaje; de esta forma han ganado la batalla de la comunicación", ha destacado Schnecker. El gran fallo señala, es haber hecho una campaña enfocada más en los que sí estaban convencidos de vacunarse que en intentar hacer cambiar de opinión a los escépticos.