Cómo sobreponerse a la crisis de los microchips: así actúa la empresa ALD Automotive
La crisis de los chips continúa y las ventas de vehículos van a seguir todavía alejadas de las cifras de antes de la pandemia en 2023
Este 2023 se matricularán unos 900.000 vehículos, es decir, unos 600.000 menos que los que se matricularon en 2019, estima la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
Aunque se pensaba que 2022 era el año de la recuperación al normalizarse la producción de semiconductores, el conflicto de Ucrania y la incertidumbre en lo económico no dejan que se estabilice la economía mundial. Todo ello ha causado que aunque la demanda de vehículos se mantenga al alza, no sea posible el abastecimiento de la totalidad de pedidos realizados por los fabricantes debido a la falta de piezas.
ALD Automotive a la cabeza de las soluciones al problema
La complejidad de la situación sigue provocando demoras en las entregas, sin embargo, para solventar la crisis entra en acción ALD Automotive, una empresa capaz de ofrecer alternativas para que el servicio no quede afectado y se pueda abordar el cumplimiento de los plazos, consiguiendo reducir todos los efectos negativos provocados por la escasez de los microchips. Para ello, ha decidido optar por las ampliaciones en sus contratos, el renting flexible o el renting de vehículos de ocasión.
Asimismo, ALD Renting mantiene un contacto diario con las marcas para controlar cómo va evolucionando la situación, pudiendo dar una respuesta ágil y aportar un servicio de calidad.
La producción en las plantas españolas
En cuanto a la producción, las plantas en España sufren la disrupción que han causado los chips, en especial en los primeros meses de este año. Las previsiones son que los fabricantes de los países asiáticos, que fueron los que más vendieron en 2022, sigan ganando mercado debido al mayor stock que tienen de chips.
Mientras tanto, lo que continúa es la escasez o falta de algunos componentes fundamentales para fabricar vehículos, como sucede con cables, níquel, aluminio o paladio, procedentes de Rusia o Ucrania. A esta problemática se añade el aumento de los costes de energía, que sin duda afecta a la fabricación en las plantas de España.
Según mantienen los expertos, lo normal es que para 2024 podamos vivir una situación de mayor estabilidad a nivel mundial que haga que la producción de chips se estabilice y logre recuperar las cifras de producción anteriores a la pandemia.