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Cómo reducir el consumo de gas en tu hogar

Cuando estamos en casa, disfrutamos de estar lo más cómodos posible. Durante el invierno, el gas juega un papel importante al proporcionarnos calor para ayudarnos a pasar el invierno. Sin embargo, tendemos a pensar que esto conducirá a un aumento en las facturas. Afortunadamente, hay muchas maneras fáciles de ahorrar en tu factura de gas, la mayoría de las cuales no harán una gran diferencia en tu consumo o estilo de vida.

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Madrid | 30.06.2022 10:00 (Publicado 30.06.2022 09:05)

Cómo reducir el consumo de gas en tu hogar | OVB Allfinanz

Con los precios de gas en alza, es necesario tomar medidas para reducir el consumo de energía doméstico y así ahorrar en las facturas mensuales. Además, las pautas que propondremos son muy sencillas de aplicar y no requieren grandes sacrificios, ni en términos de comodidad ni de inversión económica.

Consejos para reducir el consumo de energía en el hogar

Aislar adecuadamente tu vivienda, mantener la calefacción a una temperatura baja, ajustar el termostato, revisar y mantener las instalaciones de tu hogar o utilizar recursos innovadores como Eligenio, el portal que permite a los usuarios consultar y comprender las características de las tarifas de gas de distintas compañías a nivel nacional, son solo algunas de las muchas soluciones que puedes llevar a cabo para reducir el consumo de energía de tu hogar.

Duchas en lugar de baños

Darse una ducha corta en lugar de llenar toda la bañera no solo es bueno para el consumo de agua, sino también para el gas: al usar menos litros, el calentador también funciona menos tiempo, porque hay menos agua para calentar, por lo que lograrás gastar menos gas que si te dieses un baño o una ducha demasiado larga.

Ajustar el termostato

Ajustar el calentador de agua y el termostato de la calefacción central puede ahorrarte grandes cantidades en tus facturas de gas, especialmente durante los meses de invierno. Al bajar ambos termostatos unos pocos grados, el sistema de calefacción no necesitará tanto gas para alcanzar el nuevo reajuste y no notarás una gran diferencia en la temperatura del agua.

Si quieres ahorrar a largo plazo en tus facturas de gas, pero no quieres modificar manualmente el termostato, otra alternativa es instalar uno que sea programable. De esta forma, puedes programar la calefacción para que no consuma gas cuando no estás en casa o cuando sabes que no la vas a necesitar.

Aislar la casa

El aislamiento de la casa es la clave para evitar pérdidas de energía. Por lo tanto, para garantizar que la propiedad sea lo suficientemente eficiente, se deben evitar las fugas de aire de puertas, ventanas, ventilación, extractores, etc.

Si bien el nivel de aislamiento depende de la calidad del equipo y su antigüedad, no es necesario contratar un servicio profesional para fugas menos complejas. De esta manera, por ejemplo, se puede usar silicona alrededor de los bordes de la estructura de una ventana para aumentar su estanqueidad, eliminar las fugas de aire y mantener mejor la temperatura interna.

Bajar la temperatura estándar del calefactor

Normalmente, los calentadores se regulan en torno a los 60ºC, y esta cifra tan elevada supone un importante aporte de energía y el consiguiente coste de electricidad. La temperatura se puede bajar, sin problemas, unos 20 grados y mantenerse en unos 40ºC sin tener que renunciar a disfrutar de una ducha caliente.

Concentrar y aprovechar el calor

Así como es importante un buen aislamiento, también lo es concentrar el calor en un espacio en concreto. Es decir, si solo usamos la sala de estar, no necesitamos calentar el dormitorio. Lo mismo sucede si estamos en el primer piso y no necesitamos calentar el de arriba, etc. Si cerramos la puerta, lo ideal es intentar concentrar el calor para mantener la temperatura deseada durante más tiempo.

Otro consejo recomendable es utilizar otras fuentes de calor, como el horno, cuando terminemos de cocinar. Si el calor se concentra en la cocina, podemos comer o cenar allí en vez de en el salón. Asimismo, no dejar la calefacción encendida cuando estés fuera, aunque sea por poco tiempo.

Comprobar dónde se crean corrientes de aire

La pérdida de calor de un hogar resulta en costes de energía más altos, por lo que tu vivienda tardará más en calentarse.

Para evitar esto, identifica por dónde puede escapar el calor. La mayoría de las veces las puertas y ventanas tienen flujo de aire, así que instala burletes en la parte inferior de la puerta o un marco con un sello hermético. Si las ventanas están bien selladas, puede ayudarte a ahorrar mucha energía y dinero todos los meses.

Encender la calefacción menos tiempo

Una excelente forma de ahorrar en la factura del gas es optimizar el uso de la calefacción. En resumen: no la enciendas si realmente no lo necesitas. No la subas para que puedas estar en casa en mangas cortas en otoño e invierno, intenta usar ropa abrigada (mangas largas, pantalones o pantuflas de invierno) y coloca mantas adicionales en el sofá y la cama.